Homilía 19 aniversario Capilla de Adoración - Lunes 11 octubre 2021 - 8 tarde
Parroquia de Santo Domingo de Guzmán - Las Palmas de Gran Canaria
Cuentan que entre las muchas anécdotas de la Santa Madre Teresa de Calcuta, es la respuesta a una periodista que le pregunta: ¿Qué le dice a Dios en sus oraciones? “Nada, solo escucho”. ¿Y qué le responde Él?: “Nada, solo escucha”.
Partiendo de este valor tan importante como es la escucha tanto referida a Dios como a los demás, planteo tres peticiones en este aniversario.
1.- En primer lugar OIDO atento a Él y a los demás.
Estamos llamados a crear hoy la cultura de la escucha....
En la inauguración del Sínodo, de este domingo, el Papa nos recuerda: “Escuchar. Un verdadero encuentro sólo nace de la escucha. Y la cosa más importante, Jesús no tiene miedo de escuchar con el corazón y no sólo con los oídos. Cuando escuchamos con el corazón sucede esto: el otro se siente acogido, no juzgado, libre para contar la propia experiencia de vida y el propio camino espiritual.
Para orar no es necesario muchas palabras...Lo hemos escuchado en el Evangelio proclamado esta noche. Qué distinto es rezar y qué diferente orar. Muchas personas que rezan mucho en definitiva no saben orar. Puedo saber muchas oraciones, puedo pasarme muchos minutos con una lista larga de rezos pero en definitiva no sé orar porque orar es escuchar, sentirme amado por Aquel por quien me siento amado.¿Cómo saber si en la oración realmente escucho al Señor? Cuando te sientes en paz ante Él, cuando reconoces que ¡esto es una gozada! Cuando sientes su amor y cuando cuestiona lo que haces.Cuando tu oración es simple y sencilla. La oración por excelencia, enseñada por el Maestro es el Padrenuestro...
Ofrecemos este año la posibilidad de aprender a orar, será el próximo jueves. “Aprender a orar, para aprender a vivir”
2.- Otra petición hoy, en segundo lugar: unos PIES ligeros para caminar y avanzar.
Como recuerda el poeta Machado:
“Caminante, son tus huellas
El camino y nada más
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar
Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar”
Hasta aquí el poema. Pies para dejar de ser los mismos de siempre, para dejar de hacer lo que siempre se ha hecho así para entrar en una dinámica misionera. Llamada apostolado, misión... Estamos en octubre, mes misionero por excelencia. Lo hemos escuchado en la lectura de Pablo a los Romanos: “Por Cristo hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos están también ustedes, llamados por Cristo Jesús.”
Cada adorador, visitador se convierte en misionero de otras personas a las que basta decirles “Ven y verás”. Cada miembro de esta familia eucarística es un sembrador de nuevas vocaciones, no solo al sacerdocio o vida consagrada, sino sobre todo para la adoración eucarística.
3.- Y en último término, lo fundamental de todo. Pedimos unas MANOS abiertas a la fraternidad
La adoración no es un acto individual o intimista con el Señor, es ante todo un acto comunitario porque aquello que soy a solas con el Señor es lo que quiero ser para mis hermanos de camino.
3.1.- Nuestras manos se unen hoy a los habitantes de La Palma, en esta erupción del volcán, que no para de rugir desde hace semanas con lo que supone de pérdidas materiales y malestar psicológico de muchas personas con el impresionante y continuo ruido del volcán. Nuestras manos se unen los habitantes de nuestro archipiélago que en esta tarde oramos unidos en comunión con nuestros pastores, los obispos José y Bernardo.
3.2.- Nuestras manos se unen a la Iglesia universal que entra en camino sinodal, un itinerario que concluirá dentro de dos años en Roma con las aportaciones que cada uno hayamos hecho previamente desde nuestras distintas realidades eclesiales. Vivir en comunión con Jesús Eucaristía, supone vivir y sentir en comunión eclesial con esta familia que es la Iglesia.
3.3.- Nuestras manos se unen entre nosotros, entre quienes formamos parte de esta comunidad eucarística
Necesitamos crecer en fraternidad, descubrir que más allá de la familia de sangre tenemos esta otra a la que pertenecemos y cuidamos. Participar de la adoración eucarística es tener una forma amable de ser, es aprender a relacionarnos con normalidad unos con otros, conocernos, llamarnos por nuestro nombre, pedir unos por otros. También será bueno en algún momento más adelante momentos especiales de conivencia y encuentro fraterno.
Sin duda, que cada 11 de octubre es una oportunidad para renovar nuestro ser adoradores y comprometernos por crecer en unas relaciones más fraternas.Me siento feliz de estar entre ustedes como familia eucarística. Esta fraternidad cuestionará a algunas personas que se dejen tocar el corazón por el Señor, para incorporarse a nuestra fraternidad.
Concluyo con esta súplica:
Ayúdame, Jesús Eucaristía, a cultivar el arte de escuchar. Dame unos oidos atentos para saber lo que nos dices en la oración, oidos atentos a los hermanos para escuchar sin juzgar.
Concédeme, Jesús Eucaristía, unos pies ligeros para no acomodarme y salir al encuentro de los demás como misionero enviado por ti en comunión con mis hermanos.
Abre, Jesús Eucaristía, mis manos no solo para rezar sino para crear fraternidad, que en mi corazón esté el dolor de los que sufren, especialmente hoy te presento a los hombres y mujeres de La Palma.
Manos abiertas para vivir y sentir con la Iglesia, evitar la tentación del individualismo o el ir por libre.Manos para vivir en comunión.
Acerca mis manos hacia quienes como yo te adoran en el silencio de su corazón para sentir la fuerza de la oración y la alegría de pertenecer a esta familia eucarística, de la Ermita de San Blas, llamada a seguir creciendo y a ser comunidad para testimoniar el inmenso amor de tu Corazón en quien confiamos en ti.
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Julio Roldán