En
este tiempo santo de Navidad,
me uno
emocionado en intensa oración contigo y los tuyos.
El Niño que nace en Belén, adorado por los pastores,
El Niño que nace en Belén, adorado por los pastores,
es el mismo a quien adoras en la Eucaristía.
Aquel, que en la víspera
de su muerte
se entrega por ti y por mí, haciéndose alimento como Pan de Vida.
Cada vez que lo recibes en cada comunión, como si fuera la primera vez,
Cada vez que lo recibes en cada comunión, como si fuera la primera vez,
cada vez que lo adoras, cada vez que lo reconoces
con
un corazón abierto en tus hermanos,
en cada hombre o mujer, sea quien sea,
entonces ¡es Navidad!
Ante el Niño de Belén, ante Jesús Eucaristía y la vida nueva que nos acerca,
Ante el Niño de Belén, ante Jesús Eucaristía y la vida nueva que nos acerca,
ante Él, la ternura y misericordia entrañable, te
pido perdón por mis fallos.
Sobre todo, deseo para ti y para mí un corazón
gozoso, sencillo y auténtico, enamorado de Él y su mensaje, fuego de amor,
Buena Noticia para nuestros días.
En esta fecha entrañable de la Navidad, te regalo con entusiasmo
En esta fecha entrañable de la Navidad, te regalo con entusiasmo
mi alegría y mi disponibilidad sincera para que juntos, desde
la fraternidad, recorramos día a día los caminos del amor y el servicio a Dios
y a los hermanos.
Gracias por todo lo humano y divino que hay en ti,
Gracias por todo lo humano y divino que hay en ti,
pues el Niño de Belén nos acerca el cielo a la tierra.
Te siento muy cerca y me uno a ti,
Te siento muy cerca y me uno a ti,
con tus
alegrías y preocupaciones, tus intenciones personales y familiares.
Todo ello
lo presento a Jesús Niño en mi oración y en la Eucaristía diaria.
Mi más sincera
felicitación navideña
junto con mi agradecimiento sincero
por todo lo que haces
con tan buen corazón,
¡¡un abrazo grande y bendiciones!!
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Julio Roldán