Mi familia y yo
Mi nombre es Ángela del Cristo Oramas Tejera. Soy natural de Telde, donde nací el 19 de noviembre de 1967. Mis padres son José y Angelina. Somos ocho hermanos, yo soy la cuarta, ellos son: Ángel,José Juan , Manuel,Fátima ,Ana,María Jesus y Gloria. Soy Auxiliar de Enfermería.
Hablar de mi vocación es agradecer todo lo que Dios ha hecho en mí en todos estos años. Sentir que mi vida ya no tiene sentido si no es con Él y para Él. En este tiempo de aspirantado con mucha paciencia, Él ha esperado mis tiempos y procesos.
Cuando descubro que no era buscar, sino dejarme encontrar es cuando empiezo a abrir los ojos del corazón. Veo las maravillas que solo Dios puede hacer desde esa certeza y convicción y entonces tomo una decisión tan trascendental de consagrar mi vida a Dios.
Buena Noticia para el mundo
Estoy llamada a ser buena noticia para el mundo, como cauce de encuentro de Jesús entre las personas: en mi familia, trabajo, en mi día a día... Deseo ser presencia constante de la Vida que brota de la Eucaristía. Hacer mía esta Vida como centro, cumbre de mi itinerario espiritual desde el servicio a Dios y a la Iglesia, en el mundo y desde el mundo ofreciendo reparación a Jesucristo abandonado en su vida eucarística.
Estoy llamada a ser Evangelio vivo, leído y saboreado a la luz de la lámpara del Sagrario. Con la Eucaristía en el corazón, estoy invitada en el nombre de Jesús a eucaristizar el mundo, acompañar y consolar a esos sagrarios a los que a Jesús se le ha dejado abandonado. Y no solo por los que no lo conocen, sino a los que conociéndolo lo ignoran y no lo estiman.
Estoy llamada a ser un sagrario ambulante de paredes transparentes para seguir llevando la lámpara del Sagrario donde quiera que vaya para acercar las personas al Corazón de Cristo. Todo ello dentro de la Iglesia, desde la secularidad, profesando con votos de castidad y promesas de obediencia y pobreza.
Mis dos últimos años
En estos dos años de aspirantado me han acompañado muchas personas quienes me han iluminado en mis dudas. De una manera especial, he caminado con San Manuel González. Él sabe concienciarnos en sus escritos sobre la soledad tan grande y la ingratitud que supone el trato dado a Jesús en la Eucaristía. San Manuel González con su vida mueve cielos y tierra para levantar toda una familia eucarística reparadora. Con este fin, busca legiones de personas para consolar al Jesús del Sagrario, quien siempre tiene algo que decirnos a cada uno de nosotros.
Me alienta saber que hay una gran familia Eucarística Reparadora en pie consolando ese Corazón. Tantas gentes en el mundo que en silencio, en oración acompañan a Jesús en cada Eucaristía, inmolado por nuestra salvación.
Desde hoy, sábado 17 de diciembre de 2022, consagro mi vida para anunciar algo tan grande y apasionante como esto: Jesús sigue palpitando en los sagrarios del mundo, en la Eucaristía, en su Palabra y en todos esos sagrarios vivos donde alguien sufre. Consagro mi vida para anunciar que Jesús sigue siendo refugio, consuelo, esperanza para este mundo envuelto en muchas oscuridades. Él tiene sed de nosotros y hambre de nuestra presencia. No lo dejemos solo, ahí está Él, Corazón de la Iglesia.
Mensaje para todos
A quienes lean estas palabras, les diría: no se cansen nunca de alimentarse cada día del Maná ofrecido en la Eucaristía. Sintamos con este Alimento, el abrazo de Cristo, viviéndolo siempre con María. Así sentiremos su abrazo lleno de Amor y Misericordia, para ser así Maná para otros.
Ángela escogiste el mejor caminó, Dios te bendiga hoy y siempre.
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