“Dios está cerca, a nuestro alcance. No viene con el poder de quien quiere ser temido, sino con la fragilidad de quien pide ser amado; no nos juzga desde lo alto de un trono, sino que nos mira desde abajo como a un hermano, más aún, como un hijo. Nace pequeño y necesitado para que nadie deba avergonzarse jamás de sí mismo”
(Papa Francisco 1 enero 2022)
Estas palabras, tan llenas de sabiduría, son todo un programa para el creyente cristiano. Detrás de estas afirmaciones, se manifiesta la cercanía y sencillez de Dios para ti y para mí. Cuantos católicos viven hoy todavía una fe de miedo, de preceptos, de castigos...Rezo por ellos, no han descubierto aún, después de tantos años de prácticas religiosas, la inmensidad de todo este Dios hecho Niño, pequeño, cuya mirada inspira amor. No es juez, sino Hermano. Nos acoge como somos, frágiles, débiles, limitados. Tú y yo somos de su familia. Busquemos juntos la senda de lo diminuto , lo sencillo, acerquémonos a quien nos necesita, libres de prejuicios, ahí está la presencia divina de Aquel que nos ama con locura y ternura.
Oración:
Gracias, Señor, porque me acoges como soy.
Contemplándote a ti, me asombro
al ver que compartes de cerca nuestra condición humana.
Me siento amado y bendecido por ti,
elimina cualquier miedo o complejo que me paralice,
para vivir así mi existencia en la libertad de tus hijos bien amados.
Seguramente, en este nuevo año
estarás presente en los detalles insignificantes de cada día,
en aquello que pasa desapercibido...
Abre mis ojos para reconocer tu paso en el tiempo de mi vida.
Abre mi corazón para acogerte en cada hombre o mujer, en cada ser humano.
Hazme artesano de la fraternidad.
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Julio Roldán