HOMILÍA MISA DE LA LUZ - PARROQUIA DE SANTO DOMINGO
SÁBADO 23 DICIEMBRE 2023 - 6 MAÑANA
- Introducción
Les felicito por estar aquí esta mañana, somos comunidad eucarística dejándonos iluminar.
“Enciende una luz, déjala brillar, la luz de Jesús, que brille en todo lugar.”
Es la letra de una canción que muy bien podría ser el reflejo de lo vivido por mí en este adviento. Confieso que comencé con cierta oscuridad, es decir un cierto escepticismo sobre si tenía o no sentido celebrar el adviento contemplando la situación actual de nuestro mundo herido por las desigualdades sociales y los conflictos bélicos.
En mí, también ha habido momentos de oscuridad, al experimentar el dolor de la despedida física de dos personas amigas de 65 y 53 años.
Sin embargo, le pedí al Señor descubrir la luz y más que buscar la luz lo he descubierto con los ojos abiertos y el corazón bien dispuesto en las historias de muchas personas. Te cuento.
- Historias de luz
Estas historias surgen de personas sencillas como cualquiera de quienes están ahora en esta celebración. Historias que son luz, a pie de calle. Desde hace tres meses uso la guagua y eso me da posibilidad de escuchar a muchas personas.
- Es luz aquel hombre viudo que desde hace unos 20 años visita en estas fechas el hospital para agradecer al personal sanitario las atenciones que tuvieron con su mujer durante su enfermedad. Me emocionó escucharlo.
- Es luz aquel hombre adulto que por la calle hablaba solo y decía que lo importante en la vida no es el dinero sino ser feliz y hacer felices a los demás. Ante estas palabras me detuve a escucharle. Me contó que en su adolescencia, cuando él tenía quince años le hicieron bulling un grupo de muchachos mayores que él quienes le obligaban a robar en los centros comerciales. Muchos de aquellos muchachos hoy están en prisión, pero él abrió los ojos a la realidad y el interés de su madre le salvó de haber llegado hoy a ser un delincuente.
- Es luz una persona anteriormente atendida en el comedor de la parroquia, víctima de malos tratos, me lo encontré por la calle. Me comentaba con satisfacción que ha podido arreglar su vida, ha encontrado trabajo y ahora ha logrado su propia independencia personal y emocional.
- Es luz una persona ortodoxa que me pide oración a mí, sacerdote católico, sin conocerme de nada…La luz también se hace presente fuera de la Iglesia católica.
- Es luz un trabajador que frecuenta la Capilla de Adoración, me dice: “hoy vengo a dar gracias a Dios porque por fin tengo luz en mi casa”. El agradecimiento por pequeñas grandes cosas por encima de la oración de petición o de perdón. Quienes saben agradecer son personas bendecidas.
- Es luz esa persona anónima que enciende una vela en la Capilla de Adoración por una persona enferma que lucha entre la vida y la muerte.
- Seguramente aquí hay muchas más historias de luz. Te invito a que en medio de esta penumbra, mires a quien está a tu derecha y luego a tu izquierda a la vez que le miras a los ojos y le ofreces la mejor de tus sonrisas. (Un momento para mirar y sonreir a izquierda y derecha)
- Cómo descubrir los signos de luz:
Belén, Casa del Pan. En Belén nace quien es el Pan de los Ángeles.
Te invito a que como los pastores, lo adores para recibir su calor y su luz.
Los adoradores y visitadores de la Capilla de Adoración se convierten en pequeñas llamas parpadeantes que encuentran la paz, el sosiego necesario en medio de esta vida agitada de cada día…
¿No te gustaría tener esta experiencia de acercarte a adorar a este Niño que al final de su vida se hace un trozo de pan para fortalecerte en su seguimiento…?
Cuando te acerques a recibirlo, deja que tu mano sea por un instante un pequeño pesebre donde lo acoges en la palma de tu mano bajo la aparente forma de pan, para ser tu Alimento. Así al comer a Aquel que es Pan, te conviertes en un trocito de pan que se parte y se reparte.
- Belén, Casa del Pan, Capilla de Adoración
La Capilla de Adoración es Belén, Casa del Pan, no sólo en esta Navidad, sino también a lo largo del año. Te invito y animo a ser como los pastores, adoradores del Señor en espíritu y verdad.
Acércate a Belén, únete en definitiva a esta familia eucarística de la Capilla de Adoración donde desde la fraternidad, oramos unos por otros, por la Iglesia, por el mundo, por los enfermos, donde en definitiva damos gracias a Dios porque está grande con nosotros y estamos alegres.
El Señor se te presenta como Luz, te guía desde tus tinieblas y oscuridades para envolverte en su ternura y misericordia.
- Tú eres luz
Hoy tú eres luz porque tienes capacidad de compartir, del mismo modo que lo haces con tus hijos, sobrinos, nietos…Apoyamos el proyecto solidario con Cáritas diocesana para regalar una sonrisa a los niños de Sudán del Sur…Ellos bien podrían ser familia tuya. También nos mueve emocionalmente Africa por la proximidad geográfica a nuestro archipiélago. En el Niño de Belén, vemos representados a todos los niños del mundo, especialmente a quienes sufren desnutrición, a quienes tienen hambre.
Él será quien te juzgue, no por tus horas de adoración o de rezo de oraciones, sino por tus entrañas de compasión y misericordia: “Ven, bendito de mi Padre porque tuve hambre y me diste de comer”. No temas compartir, el Señor premia la bondad y el esfuerzo de las personas solidarias como tú.
- ¿Y cómo te habla hoy el Señor?
A través de su Palabra. Las lecturas de esta celebración.
El profeta Malaquías te recuerda lo que dice el Señor: «Miren, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí.”
El Señor hoy necesita mensajeros como tú, buena noticia, luz para un mundo en oscuridad. Recuerda que esta llamada a ser mensajero/a , a ser luz nace del día de tu bautismo. Simplemente cambia tu corazón en uno de carne y hueso, donde nunca tendrá entrada la indiferencia, sino la capacidad de amar.
Es verdad que tú y yo, todos, hoy hemos hecho un esfuerzo por madrugar, por levantarnos pronto para acudir con ilusión a esta misa de la luz. Pero este gesto de levantarse pronto es expresión de algo más hondo. “Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación”, hemos cantado en el salmo. Saber mirar más allá de la aparente oscuridad es un camino de liberación personal y espiritual.
El evangelio nos habla del nacimiento de un gran profeta, Juan Bautista. “A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.” Una llamada a recordar que tú también eres profeta desde tu bautismo, a reconocer que eres reflejo de Aquel que es la Luz, solamente reflejo porque solamente Él, el Señor, es la Luz.
- Conclusión
En esta mañana de este sábado 23 de diciembre, el Señor quiere hacer nacer algo nuevo en ti, toma entre sus manos tu barro, tu debilidad, tu fragilidad…Recuerda que ninguno somos perfectos. Él te moldea para hacer de ti su mejor obra de arte.
Mañana domingo a la noche será Nochebuena. Esta eucaristía dentro de las misas de la luz te haga vivir con los ojos abiertos y el corazón bien dispuesto para dejar que nazca en ti un nuevo amanecer. Entonces tu vida, fortalecida por el Pan de los ángeles, será una nueva historia de luz.
Concluyo igual que como iniciaba esta homilía, con la letra de una canción:
”Enciende una luz,
déjala brillar,
la luz de Jesús,
que brille en todo lugar.”
Cogemos nuestras velas y podemos cantarla entre todos, es fácil y sencilla...