Homilía Nuestra Señora de la Encarnación - Tenoya
Jueves 25 de marzo de 2021 - 7 tarde
(Fiesta parroquial y 31 aniversario de ordenación sacerdotal)
Sacerdote Julio Roldán
¿Qué día es el más importante para una parroquia? Fiesta parroquial
¿Qué día es el más importante para un sacerdote? Aniversario de ordenación sacerdotal.
Motivos de alegría, a unos y otros nos unen motivos para vivir así...
La imagen de la Virgen de la Encarnación lleva a sus pies cuatro letras “Fiat” y mantien en sus manos un libro, la Palabra de Dios. Contemplando su imagen y la escena del mosaico encima del presbiterio podemos descubrir unos grandes secretos.
Secreto de la alegría, aprender a decir Sí.
María es ejemplo de este sí: “Alégrate, llena de gracia”, le dice el ángel.
Decir “SÍ”, supone que antes digamos no a aquello que no va en relación con el mensaje de Jesús. Decir Sí supone aocger sus valores, en definitiva su Reino. Decir sí no es una palabra...Es una actitud. Priorizar.
Para decir “SÍ” es necesario ojos abiertos y espabilados para ver la realidad, lo que sucede hoy en nuestro mundo... Recuerdo de un sacerdote que decía para rezar en una mano la Biblia y en la otra el periódico...Tentación de cerrar los ojos o mirar a otro lado, quien prefiere ver una serie de televisión a ver un informativo, eso es preocupante.
Para decir “SÍ” hace falta oir mucho y hablar poco, con razón Dios nos regaló dos oidos y una boca, escuchar mucho, abrir poco la boca. Cuidar y revisar mucho nuestras palabras. María es la Madre de la escucha.
Para decir “SÍ”es preciso un corazón de carne y hueso, para sentir y amar... En alguna ocasión te brotarán las lágrimas, pero en otro momento tendrás la necesidad de dar un abrazo, aunque sea con un gesto... Es decir, Dios nos regaló un corazón para ser cada día más humanos, más compasivos y misericordiosos. Si supiéramos la historia de dolor que encierra cada corazón dejaríamos de juzgar. Qué bello es llegar a ser un trocito del Corazón de Cristo...
Para decir “SÍ” es necesario unas manos abiertas, dispuestas a acoger, a trabajar, a ofrecerse, a ponerse manos a la obra... Unimos las manos para acoger la Palabra, pero las abrimos cuando la ponemos en práctica. Cuánto bien hacen tantas personas, en este momento actual Cáritas y otras organizaciones benéficas, que abren las manos para compartir no solamente el dinero, sino lo más fundamental el propio tiempo.
Para decir “SÍ” es necesario renovar nuestro bautismo, solo lo recibimos una vez en la vida, es mucho más que “echarle el agua al niño en la cabeza”. Se trata de hacer de Cristo nuestro agua viva.
Aquí en Tenoya, bien saben de la importancia del agua y canalizarla adecuadamente, muestra de ello son las acequias, cantoneras,arquetas,bancales, estanques y lavaderos. Donde hay agua todo es fecundo. Donde está Cristo, agua viva, todo es fecundo. Por eso, podría decir con el salmista “Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti;mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua.” Y yo te pregunto: ¿Tú, de qué tienes sed? ¿De cosas o de Dios? Igual que donde hay agua allí todo queda fecundo, para la vida cristiana debemos dejar que el agua viva, Cristo, recorra todos los rincones de nuestra vida. Cristo no deja a nadie indiferente.
Para decir “SÍ” es necesario vivir la fe en comunidad, en la Iglesia, con corazón universal. En un mundo global cada vez tiene menos sentido los independentismos, los localismos, empobrecen a esa riqueza de compartir lo bueno de unos con otros. Los extremismos siempre serán malos, la actitud adecuada está en el medio, eso es la virtud. Siempre podemos aprender de quienes no piensan como nosotros, de quienes no viven en nuestro mismo barrio, de quienes dicen no ser creyentes...La vida es un aprendizaje constante con personas como tú y como yo, donde nadie es perfecto, pero qué importante encontrarnos con quienes comparten unos mismos ideales de vida. María ora con los apóstoles en la espera del Espíritu....
Para decir “SÍ”, hacen falta uno pies en camino, dispuestos a avanzar, a no detenerse, a iniciar sendas nuevas. La página siguiente del evangelio después del relato de la anunciación es la visita de María a su prima Isabel, va a echarle una mano en el embarazo de Juan. Por eso, el impulso misionero nos lleva a no contentarnos con venir al templo, somos evangelizadores, apóstoles tenemos que ser como ese megáfono del Evangelio, que difunde con palabras y obras lo que aquí en el recinto sagrado celebramos. Y cada uno desde su misión, el sacerdote no es el único responsable de la evangelización, es tarea tuya y mía.
En ese sentido, qué importante el empleo de las nuevas tecnologías. No sé cuántas personas habrá en este momento conectadas a Facebook, pero seguro que pueden ser muchos más que los que estamos aquí presencialmente.
Y en esta línea, estar abierto a estos nuevos modos de evangelizar. Muchas ocasiones, las personas mayores se sienten reacias a iniciarse o aprender cómo utilizar la tecnología. Recuerdo ahora a una mujer de una parroquia en la que estuve que me decía: “Usted, D.Julio, siempre insistiendo en estas cosas y la gente mayor no sabemos...” ¿Querrán saber que los hijos y nietos de aquella mujer se fueron a vivir a otra isla, otros a la península, otros al extranjero y desde entonces usa el Whatsapp, el correo electrónico, las vídeo llamadas... para estar en contacto diario con sus familiares que están lejos? Conozco personas mayores que sus hijos o nietos le regalan un buen teléfono móvil, esa ocasión es buen momento para aprender a utilizarlo correctamente y sacar todo el fruto posible. Eso sí, la tecnología nunca podrá sustituir el contacto humano directo.
La capacidad de aprender, de recorrer nuevos caminos, ese aprendizaje constante no conoce edad.
Nos unimos agradecidos al “SÍ” de María, en su advocación de la Encarnación, donde se une lo humano y lo divino. Con ustedes, comunidad parroquial de Tenoya, doy gracias por tantos “Síes” nacidos en este entrañable lugar de Gran Canaria.
Gracias por el “SÍ” de la Cruz Blanca que nace en Tenoya, el “SÍ” de la vida consagrada al servicio de los más desfavorecidos.
Gracias por el “SÍ” de tantas personas luchadoras que han escrito y siguen escribiendo la historia de Tenoya, son sus mejores páginas.
Gracias por el “SÍ” de los sacerdotes que han pasado por esta parroquia y cuyos frutos ustedes saborean actualmente como es la devoción al Corazón de Jesús. La confianza mueva nuestras vidas.
Gracias por el “Sí” de San José, en este año dedicado a él. Custodio de Jesús, custodio de las vocaciones, custodio nuestro que nos invita a ser nosotros custodios de nuestra propia vida, custodios de los demás, custodios del mundo. José y María en este año dedicado a la familia, premie a los padres y madres que entregan un hijo a la Iglesia como sacerdote.
Gracias por el “SÍ” de los padres de Gerardo, el actual párroco, al ofrecerlo al servicio de la Iglesia. La verdad que los quiero mucho y se les ve felices al ver a su hijo Gerardo como sacerdote.
Gracias por el “SÍ” de Gerardo que aceptó y sigue aceptando la llamada del Señor desde la disponibilidad y servicio constante a nuestra Iglesia en Canarias.
Gracias por el “SÍ” de mis padres, Julio y Mari Tere, semillas de mi vocación sacerdotal y que hoy desde la Casa del Padre oran por mí.
Hoy cumplo 31 años de sacerdote, me siento inmensamente feliz, deseo vivir en la plena confianza en el Señor... Doy infinitas gracias a Dios por este regalo del sacerdocio, siempre inmerecido, no merecido, fruto del amor y la gratuidad del Señor. Gracias por estar celebrando juntos este acontecimiento gozoso de la vocación sacerdotal en el día de su patrona, Nuestra Señora de la Encarnación.
Desde la alegría de esta fiesta y con el deseo de que tú y yo aprendamos a decir “SÍ”, concluyo con estas palabras dirigidas a la Virgen de la Encarnación:
“Entra siempre en nuestras vidas
y en todas nuestras familias
para que nunca nos falte
tu celestial acogida
míranos con compasión
para alcanzar al Dios Padre
la fe, el amor, la esperanza
y danos tu bendición”.
Si lo deseas ver en vídeo, aquí tienes el enlace:
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Julio Roldán