Comenzar el viaje interior
para quedarme con lo esencial,
contemplar con hondura,
descubrir y sentir el latido de la vida.
Encontrarme conmigo mismo,
cerrar heridas,
dejarme sanar,
vivir con un corazón nuevo.
Dirigirme a Él, escuchar,
compartir en sencillez.
Dejarme acompañar
por quien entrega todo por mí,
contar con Él,
conocerle y amarle más,
adorarlo,
sentir su presencia en mí,
en cada persona.
Ponerme en camino,
vivenciar un estilo de vida,
siempre antiguo, siempre nuevo,
ser humano y distinto,
la meta: la Pascua.
En camino a la Luz.
Manos abiertas para ti y para Él.
Julio Roldán
Sacerdote
Miércoles de Ceniza, 26 febrero 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Un saludo.
Julio Roldán