Tu alimento para hoy - desplaza hacia abajo la barra situada a la derecha para leer la Palabra de este nuevo día

martes, 22 de octubre de 2024

Invitación a “Caminar en Sinodalidad”

Tengo un invitación importante para ti. 

Seguimos celebrando en este mes de octubre, el XXII Aniversario de la Capilla de Adoración. 

Con este motivo, te ofrecemos un espacio de reflexión y formación que, muchas personas como tú , han valorado positivamente, una ayuda para profundizar en tu fe. 

Por eso, te invito a la charla de este jueves 24 de octubre a las 5,30 de la tarde en la Casa de la Iglesia, calle Doctor Chil 17, en Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria. 

Caminar en sinodalidad” nos ayudará, a ti y a mí, a vivir y sentir con la Iglesia  de forma práctica y concreta. 

Te esperamos este jueves 24 de octubre a las 5,30 de la tarde en la Casa de la Iglesia, calle Doctor Chil 17, en Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria. 

También te agradecemos puedas darle la máxima difusión a esta invitación y al cartel que lo acompaña. 

Julio Roldán - Sacerdote

capilladeadoracion.com

viernes, 11 de octubre de 2024

Homilía Eucaristía 22 Aniversario 2024

 

Preguntas de hoy

¿Tiene sentido rezar mientras la franja de Gaza es bombardeada? ¿Tiene sentido la adoración mientras por otro lado muchas personas huyen de la miseria atravesando el océano y mueren en el intento? ¿Tiene sentido la adoración cuando es necesaria la paz y la justicia en nuestro mundo? ¿Es necesario adorar cuando muchas veces lo importante sería el activismo, el hacer cosas?

Estas son algunas preguntas que podemos hacernos hoy en este 22 aniversario de la Capilla de Adoración. Por una parte está la tentación de mirar hacia otro lado, de entender la adoración como algo frío donde me abstraigo de la realidad para no tenerla en cuenta. Eso es una tentación, a evitar porque la adoración no nos lleva a olvidar el mundo, sino todo lo contrario para presentar ante Jesús Eucaristía los rostros de las personas sufrientes. Y por otra parte, en la adoración encuentras la fuerza para poder afrontar la realidad de un modo más comprometido al estilo de Jesús.

Otra pregunta que podríamos hacernos ¿Es cristiano y evangélico mirar para atrás, querer pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor? ¿ Es cristiano poner en cuestión la palabra del Papa , la del concilio Vaticano segundo y querer vivir de un modo anacrónico el tiempo de hoy? La respuesta es clara, no es posible, no es cristiano ni evangélico mirar para atrás, no podemos vivir en el individualismo.

Actualidad del Concilio Vaticano II

Por eso la celebración de hoy creo que nos invita a varias cuestiones que quiero plantear. Primero esta fecha del 11 de octubre nos recuerda la apertura del concilio Vaticano segundo por San Juan 23. En aquel momento, hablaba de la existencia de los profetas de calamidades que “en los tiempos modernos no ven sino prevaricación y ruina; van diciendo que nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando; y se comportan como si nada hubieran aprendido de la historia”.

La celebración de hoy nos invita a sentir la vigencia del concilio Vaticano segundo, que quiere mirar al mundo para entrar en diálogo con él, que invita a descubrir a cada uno su misión y papel dentro de la Iglesia. Una llamada a saber acoger la liturgia como el espacio donde celebramos nuestra fe de modo comunitario en comunión con toda la iglesia y con el mundo.

¿Y cómo poder vivir, por lo tanto la adoración? Evitando distraernos de la realidad o querer vivir en otros tiempos.

La primera palabra : GRACIAS

Primero la palabra gracias, agradecer el regalo de la fe. Saber agradecer este regalo en el que el Señor se queda con nosotros todos los días de nuestra vida. Desde hace 22 años, las puertas de la capilla de adoración de San Blas están abiertas para ser adorado en espíritu y en verdad. Hoy por hoy es la primera iglesia de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que de lunes a viernes laborables permanece abierta durante 14 horas al día para la adoración, convirtiéndose así en un trocito de cielo en la tierra o oasis de paz para un mundo estresado.

La segunda palabra : FIDELIDAD

Segundo, juntamente con la palabra gracias, la palabra fidelidad. “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres” cantábamos en el salmo. Qué hermoso hacer una memoria agradecida de los momentos y ocasiones donde el Señor se ha ido haciendo presente en medio de nosotros y quiere llenarte de gozo y paz, de fortaleza para la misión recibida.

Esta mañana, en el rezo personal de laúdes contemplaba el salmo 50 y con él algunas expresiones que me invitaban a sentir esta fidelidad del Señor conmigo: Te gusta un corazón sincero,y en mi interior me inculcas sabiduría...Hazme oír el gozo y la alegría... Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme...Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso.

Esta tarde, antes de la celebración de la eucaristía, rezamos vísperas, en mí resuena el Salmo 134: Yo sé que el Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses… Señor, tu nombre es eterno; Señor, tu recuerdo de edad en edad.

Una mirada a la Palabra

La fidelidad de Dios contigo, te lleva a renovar tu fidelidad por Él. En la primera lectura escuchábamos la vocación de Jeremías, donde ante la llamada del Señor surgen las excusas, pero siempre está la respuesta del Señor que dota de cualidades ,porque pone sus palabras en nuestra boca. Qué bueno que hoy puedas recordar y renovar tu amor primero por el Señor. Recuerda aquella ilusión con la que comenzaste como Adorador como Adoradora, recuerda cómo fueron las circunstancias, quien te invitó, cómo te apuntaste, pero sobre todo lo más importante no es quedarte en aquellas circunstancias sino recuerda y reaviva el ardor de tu corazón.

Las prisas de la vida a veces nos llevan a olvidar lo que es importante para prestar atención a lo urgente. Te repito: las circunstancias de la vida nos llevan muchas veces a dar importancia lo urgente y descuidar lo importante. Si has hecho una opción por el Señor, por su adoración, no permitas que aquello que es urgente desplace al Señor en el tiempo dedicado a él, no permitas caer en la monotonía o en la rutina.

Siente como algo nuevo esta llamada a la adoración que te invita a disfrutar y a gozar ese tiempo privilegiado de encuentro con Él. Sin duda, será el motor para todas tus acciones y compromisos.

Por tanto qué importante el don del discernimiento, saber elegir saber recordar el amor primero y optar siempre por él. Es la experiencia que hemos escuchado en Jeremías de su vocación pues tú también haces una memoria agradecida de fidelidad del Señor contigo y piensa cual va a ser tu respuesta de fidelidad.

Y luego esta fidelidad se transforma en llamada a vivir en la amistad, en el amor. Es la invitación a dar fruto y un fruto que permanezca. Es lo que hemos escuchado en el evangelio, qué magnífico poder vivir y alimentar esta amistad con el Señor que hará que a través de nuestras palabras y de nuestras obras de nuestra vida. Así podremos llevar a otros a este encuentro con el Señor, a valorar la eucaristía como ese gran don, ese gran regalo. Valorar la adoración, donde alma vida y corazón se dirigen a Jesús Eucaristía para vaciarnos de nosotros mismos y llenarnos de su misma presencia, para ser antorcha, ser luz en un mundo que necesita de la luz de Cristo.

Conclusión

Quisiera concluir esta homilía resumiéndola con dos palabras claves de este día: 

GRACIAS y FIDELIDAD. Nos unimos a María, en su advocación del Rosario porque esas dos palabras, Gracias y Fidelidad, supo encarnarlas con su vida.

El Señor ha sido fiel contigo día tras día, ¿renuevas hoy tu amor primero por Él?

Invito a que juntos cantemos el estribillo de esa canción que dice:..


Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es.

Nadie como Tú, bendito Dios. Grande es tu fidelidad.

lunes, 7 de octubre de 2024

Invitación al 22 aniversario de la Capilla de Adoración


El once de octubre es una fecha anual, siempre muy esperada y deseada, reservada con anticipación por quienes formamos parte de la Capilla de Adoración en la Ermita de San Blas. En este año ya son 22 desde su apertura, por lo que damos inmensas gracias a Dios.

Con este motivo, nos encontraremos el viernes 11 de octubre en Santo Domingo por la tarde. A las 7,30 rezaremos vísperas y a las 8 la celebración gozosa de la eucaristía.

La Capilla de Adoración mantendrá su horario habitual, apertura a las siete de la mañana. Su cierre este viernes será a las 7 de la tarde para unirnos a continuación a los actos programados en Santo Domingo.

Puedes darle toda la difusión que puedas a este mensaje y el cartel en todos los medios posibles: grupos de WhatsApp, familiares, amigos, hermanos de tu parroquia o Movimiento Apostólico…

Te esperamos este viernes 11 de octubre para dar gracias a Dios porque el Señor está grande con nosotros y estamos alegres. Gracias.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Secretos del Pino para ti y para mí

Esta reflexión ha sido escuchada por numerosos fieles en las misas celebradas en este fin de semana. El buen sabor de boca de estas palabras ha tenido un eco positivo en todas esas personas, quienes me sugieren su publicación. Accediendo a este deseo, lo comparto aqui con el fin de ayudar a quienes lo lean. 

———

La advocación de María bajo el título de Nuestra Señora del Pino, patrona de la Diócesis de Canarias, refleja una conexión simbólica entre la Virgen María y el árbol del pino. A partir de las características del pino, podemos hacer una bella comparación con la figura de la Madre de Dios, destacando cómo este árbol se convierte en una metáfora espiritual que ilustra la presencia y el papel de María en la vida de los creyentes.

1. Fortaleza y resistencia

El pino es un árbol que destaca por su fortaleza y capacidad para resistir condiciones difíciles. Crece en terrenos rocosos, áridos, y soporta tanto el frío como el calor extremo, permaneciendo erguido y firme.

De manera similar, María es un símbolo de fortaleza espiritual. Su vida estuvo marcada por momentos de dificultad: desde el anuncio del ángel que la llenó de incertidumbre, el sufrimiento al pie de la cruz, hasta el desafío de ser madre en circunstancias de pobreza y persecución. A pesar de todas estas pruebas, ella mantuvo su fe firme y su confianza en Dios inquebrantable. Como el pino, que resiste vientos y tempestades, María permanece de pie, fuerte en medio de las adversidades, como se nos muestra en el pasaje al pie de la cruz (Jn 19,25-27).

2. Elevación hacia el Cielo

El pino es un árbol alto, con una forma que apunta hacia el cielo, simbolizando la elevación, la aspiración de subir más allá de lo terrenal hacia lo divino. Su estructura vertical nos recuerda la conexión entre la tierra y el cielo, entre lo humano y lo divino.

María, como Madre De Dios, es el puente entre el cielo y la tierra. En la anunciación, al aceptar ser la Madre de Jesús, permitió que el Verbo se encarnara (Lc 1,38), trayendo lo divino a lo humano. Su vida es una elevación constante hacia Dios, una entrega total a su voluntad. Como el pino que apunta hacia lo alto, María nos invita a elevar nuestra mirada hacia el cielo, a vivir con los ojos puestos en la eternidad, confiando en la misericordia de Dios.

3. Protección y Refugio

El pino, con su frondoso follaje, proporciona sombra y refugio. En los climas cálidos, bajo su copa se encuentran descanso y alivio. Los animales y los hombres pueden encontrar amparo bajo su sombra en medio del calor y la intemperie.

Así, María es un refugio seguro para los fieles. Bajo su manto protector, encontramos consuelo en nuestros momentos de sufrimiento y desolación. Los títulos marianos a menudo resaltan este papel de María como protectora, como cuando el Papa Francisco nos invita a buscar el "refugio bajo su manto" en situaciones difíciles. María, como madre amorosa, extiende su protección sobre nosotros, intercediendo por nuestras necesidades y cuidándonos como hijos suyos, tal como nos lo ha enseñado la tradición de la Iglesia.

4. Fuente de Vida y Alimento

El pino, además de su imponente figura, es fuente de vida. Produce piñas que contienen semillas, las cuales, al caer y germinar, dan lugar a nuevos árboles. Asimismo, su resina tiene propiedades curativas y se usa en la elaboración de varios productos que ayudan a sanar.

De la misma manera, María es una fuente de vida espiritual. A través de su "sí" al plan de Dios, ella nos ha dado a Jesús, el Salvador del mundo. Él es la semilla de vida nueva, y María es la tierra fértil que acogió esta semilla divina. En el ámbito espiritual, María, como Madre de la Iglesia, sigue siendo fuente de vida para todos nosotros. Ella intercede por nosotros, nos cuida y nos acompaña en el crecimiento de nuestra fe, como un árbol que da frutos y vida nueva a su alrededor.

5. Simbolismo de la Eternidad

El pino, al ser un árbol de hoja perenne, mantiene su follaje durante todo el año. Este verdor constante es símbolo de la eternidad y de la esperanza, recordándonos que la vida no se marchita ni muere, sino que continúa en un ciclo ininterrumpido.

María, con su pureza inmaculada y su papel en la obra de la salvación, también es un símbolo de esperanza eterna. Su Nacimiento que celebramos cada 8 de septiembre nos recuerda la Misión de María.En su Asunción, es llevada al cielo en cuerpo y alma, como primer fruto de la redención de Cristo, y nos anticipa la promesa de la vida eterna para todos los creyentes. La Iglesia nos enseña que María está siempre viva, intercediendo por nosotros desde el cielo, y su vida es un testimonio de que nuestra esperanza última está en la vida eterna con Dios (Catecismo de la Iglesia Católica, 966).

Conclusión

La advocación de Santa María del Pino nos invita a ver a la Madre de Dios en su plena dimensión espiritual: fuerte, protectora, fuente de vida, siempre elevada hacia el cielo y símbolo de esperanza eterna. Como el pino que se yergue firme y brinda refugio y sombra, María se presenta como un refugio seguro para todos los que buscan la cercanía de Dios, recordándonos que, en cualquier circunstancia, podemos acudir a ella con confianza, sabiendo que nos guiará hacia su Hijo, Jesús.


*Oración a Nuestra Señora del Pino

Madre amorosa, Virgen del Pino, hoy me acerco a ti con humildad y confianza, sabiendo que siempre escuchas las súplicas de tus hijos. Bajo tu manto protector encuentro refugio y consuelo, como aquel que busca la sombra bajo el árbol frondoso. Te pido que me acojas y me guíes siempre hacia tu Hijo, Jesucristo.

Madre fuerte y resistente, así como el pino se mantiene firme ante las tormentas, te ruego que me concedas la fortaleza para resistir las dificultades de la vida sin perder la fe. Que, como tú, sepa confiar siempre en la voluntad de Dios, incluso en los momentos de oscuridad y dolor.

Madre que elevas nuestra mirada al cielo, así como el pino apunta hacia las alturas, enséñame a vivir con los ojos puestos en la eternidad, buscando siempre hacer la voluntad de Dios. Que cada día de mi vida sea un camino que me acerque más a la santidad, siguiendo tu ejemplo de obediencia y entrega.

Madre protectora, bajo tu sombra quiero refugiarme. Dame tu cuidado maternal en mis momentos de desolación, cuando el peso de las pruebas me abrume. Que siempre pueda encontrar en ti descanso y alivio, confiando en que tu intercesión me acerca más a la misericordia de Dios.

Madre fuente de vida, así como el pino da frutos y semillas que traen vida nueva, te pido que seas siempre la que me guía hacia la verdadera vida en Cristo. Alimenta mi fe, intercede por mí y enséñame a dar fruto en mi vida cristiana, para que, con tu ayuda, pueda crecer en el amor a Dios y al prójimo.

Madre de esperanza eterna, como el pino de hojas perennes que nunca se marchita, ayúdame a vivir siempre con la esperanza puesta en la vida eterna. Que, como tú, sepa que nuestra verdadera patria está en el cielo, y que mi caminar en esta vida sea siempre iluminado por la promesa de la gloria futura.

Virgen del Pino, te entrego mis peticiones con confianza, unidas a las necesidades y súplicas de la Diócesis de Canarias junto a las de quienes peregrinamos en Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa, sabiendo que siempre intercedes por nosotros ante tu Hijo. Amén.