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viernes, 12 de octubre de 2018

Homilía aniversario 11 octubre 2018






Motivación visual
La imagen de esta fotografía acompañando estas palabras, unas manos unidas en torno a una mesa,  expresa la fraternidad de quienes oran los unos por los otros. Se trata de vivir la COMUNIÓN.

0.- El acto previo de ayer
La tarde de ayer, es el preludio gozoso de la celebración de hoy en este décimo sexto aniversario. Participaron más de medio centenar de personas en el encuentro celebrado en el salón de actos de las Nazarenas. Una pregunta “¿Qué retos tiene hoy para ti la santidad?”, basado en la exhortación apostólica “Alegraos y regocijaos” del Papa Francisco, es una auténtica experiencia de comunión y fraternidad.  Desde aquí el más sincero agradecimiento a Rafael, a Raúl y Sorange, Rosa Delia y finalmente Juan Carlos y Eli. Todos ellos relacionados con la Capilla, los dos matrimonios adoradores y las otras dos personas son visitadoras. Hay que tener en cuenta que a lo largo de la semana pasan tantas personas como adoradores que  incluso acuden varias veces a la semana superando el tiempo de una hora semanal que habitualmente dedica quien es propiamente adorador.  Aprovecho a recordar que si aún no conoces esta carta del papa puedas leerla desde que puedas, no te la pierdas, ¡es toda una gran riqueza espiritual!
1.- Significado de comunión
La palabra comunión no se refiere únicamente a recibir el Cuerpo de Cristo, a comulgar…Va más allá de ese acto puntual. Vivir la comunión es vivir la común unión no solamente con Cristo, sino también con el hermano. Y ahí tenemos el gran reto. Tu comunión será auténtica cuando vives en comunión con las personas que te rodean. Estar hoy aquí esta tarde en esta eucaristía ya es un acto de comunión. La fecha del 11 de octubre es esa fecha importante y entrañable, para reservar ya de un año para otro en nuestra propia agenda y que no podemos perdernos quienes realmente nos sentimos parte de esta familia de la capilla de Adoración eucarística.
2.- La comunión desde la Palabra
La Palabra que hemos escuchado nos ayudan a profundizar en esta reflexión. La lectura de la primera carta de  San Juan  ( 1 Juan 1, 3-7) recuerda : "lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo." El anuncio del evangelio nace de una experiencia de comunión con Dios que llevará a la comunión con los hombres y mujeres de hoy. Y más adelante afirma: "Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros”. Caminar en la luz, es vivir en comunión con los hermanos.
El Evangelio del día de hoy, es una llamada a la confianza en la oración (Lucas 11, 5-13): Pide y se te dará, busca y encontrarás, llama y se te abrirá. No hay petición que quede sin respuesta, Dios quiere darte no exactamente lo que le pidas, sino algo más importante y mejor, aquello que necesitas. La perseverancia y constancia en la plegaria es algo básico y fundamental. Pero, fíjate, se trata no tanto de una oración individual y personal, sino una oración que cada vez sea más comunitaria y más eclesial. Una relación con Dios que es auténtica comunión con los hermanos.

3.- Medios para la comunión
¿Qué medios tienes para vivir la oración desde la comunión? Son varios, uno de ellos el que cuando tengamos el listado actualizado de adoradores con sus datos personales, podamos pedir los unos por los otros, de modo especial cuando uno celebra su propio cumpleaños o un  aniversario. ¿Te imaginas lo bien que te puedes sentir cuando hay una fecha especial en tu vida, que todos los adoradores pidan por ti? Es una oración más comunitaria y menos individualista donde la fuerza de la oración es poderosa al unirnos los unos por los otros en una plegaria mutua. A esto podemos añadir la oración por los sacerdotes, en que próximamente a cada adorador se le dará el nombre de un sacerdote para orar personalmente por él y cuyos frutos pueden ser maravillosos por la mediación del Espíritu Santo. Pidamos vocaciones sacerdotales, por los sacerdotes, los seminaristas, los niños y los jóvenes para que descubran su camino y si el Señor les llama por este camino del sacerdocio reciban todo su apoyo familiar…
Asimismo en la oración podemos intensificar nuestra comunión con Dios, no tanto para pedirle, sino para ir más allá, para aprender a escucharle, tarea mucho más importante para vivir en disponibilidad al proyecto que Él tiene contigo y conmigo. Recuerdo aquella frase de San Agustín, muy válida para poner en nuestros labios: “Pídeme lo que quieras, Señor, y haz que yo quiera lo que me pides”.

4.- Mi servicio a la comunión
 En este sentido de crear comunión y vivir desde ella, está mi propia responsabilidad como sacerdote Rector de esta Capilla. Mi labor va más allá de lo meramente sacramental como es la celebración de la eucaristía o la penitencia. Mi servicio como  Rector es un signo de comunión, para sumar y multiplicar, no interesa restar ni dividir. Por lo tanto, tengamos presente estar coordinados, acoger las sugerencias e indicaciones que nos ayudan a unificar criterios en la propia espiritualidad y talante de quien es adorador para vivir más en comunión. Estar interesados por participar en retiros y actividades de la Capilla es un signo también que favorece todo esto para no empobrecer la adoración.

5.- San Juan XXIII y el Concilio Vaticano II
Curiosamente, este aniversario lo celebramos cada 11 de octubre, día en que la Iglesia recuerda a san Juan XXIII, promotor del Concilio Vaticano II. Me atrevo a presentarlo como nuestro santo copatrono. La convocatoria que hizo de aquel importante momento eclesial fue una bocanada de aire fresco para la Iglesia, un abrir las ventanas para renovar la vida de la comunidad cristiana extendida por todo el mundo. Hoy nos hace falta recordar la actualidad del Concilio Vaticano II, pues en él están recogidos los principios doctrinales y pastorales de la vida de la Iglesia en este tercer milenio. 

5.1.- Cuando tengas la tentación de mirar para atrás, fíjate en la actualidad del Concilio, con la mirada en él nos ponemos en camino hacia el futuro. Entre las principales novedades están la Iglesia como Pueblo de Dios, donde todos somos importantes por la vocación bautismal y nos ponemos al servicio de todos, la Iglesia como familia, como lugar para la fraternidad. Desde aquí, una de las primeras reformas es la liturgia, al hacerse todo en la lengua del pueblo, se consiguen celebraciones que todo el mundo entiende. Por eso, hoy no tiene sentido seguir con costumbres que responden a cuando la misa se decía en latín, es decir rezar el rosario u otras devociones personales durante la misa impide vivirla en plenitud y con autenticidad. 

5.2.- Otra novedad es la importancia de acudir a las fuentes, es decir la centralidad de la Palabra de Dios. Hoy proliferan mensajes, supuestas revelaciones particulares, devociones personales, muchas veces alejadas de la Palabra de Dios y la sencillez y esencia del Evangelio. Por eso, cuánto me alegra cuando veo a adoradores en su hora de adoración leyendo y meditando las lecturas de la eucaristía o rezan con los salmos la liturgia de las horas, detalles a tener en cuenta en la propia espiritualidad de comunión en el adorador. Creo que es importante que vayamos dando más importancia a este aspecto e ir incorporando alguna de las horas del rezo oficial de la liturgia, a las lecturas de la Eucaristía…

5.3.- Otro punto novedoso es el papel de los laicos en la Iglesia, es básico ir asumiendo responsabilidades, compartirlas juntos, sin miedo, sin tener que pedir al sacerdote que lo haga todo eludiendo uno mismo la tarea personal que muy bien podría hacer la persona seglar.

5.4.- Y a nosotros, como adoradores, visitadores de Jesús Eucaristía, el gran reto es hacer de la Eucaristía “centro y culmen de la vida cristiana”, en ella confluye la vida, las intenciones personales y familiares, el dolor del mundo, sus gozos y sus esperanzas, porque nada de lo humano es ajeno al cristiano. Y de la centralidad de la eucaristía parte nuestro compromiso en el mundo como sagrarios vivientes para dar testimonio del inmenso amor de Cristo para cada uno de nosotros.
Ojalá que desde esta centralidad de la eucaristía y nuestra participación en ella, podamos oler a pan recién hecho, ese aroma siempre atrayente para vivir la fraternidad y la comunión. De este modo, otras personas, especialmente jóvenes puedan sentirse atraídas por Cristo para poder saborear su presencia entre nosotros.

Por eso, la intercesión de nuestro santo copatrono san Juan XXIII, nos puede ayudar a vivir con más intensidad el Concilio Vaticano II por él convocado y que sigue teniendo hoy total vigencia. Es un gran gesto de comunión.

6.- Resumen o idea principal
Quédate con esa imagen de esas manos unidas en torno a una mesa y esa palabra “Comunión”, ahí tienes el resumen de estas palabras de hoy, recordando esta fotografía recordarás toda la homilía de esta fecha. Por mi parte, como sacerdote Rector ofrezco mi ministerio al servicio de la comunión, al servicio de la comunión con Cristo y al servicio de la común unión contigo y con cada uno de ustedes.
La celebración de este aniversario puede ser una ocasión ideal para renovar el propio compromiso como adorador y hacerlo de modo comunitario, creando comunión, sintiéndonos en familia, como estamos ahora. Te invito a que hagas tuya la siguiente oración:

7.- Plegaria de renovación de compromiso como adorador

Concédeme, Señor:

Ojos ciegos ante los defectos de mis hermanos. Ojos nuevos para contemplarte con asombro, para poseer una mirada como la tuya sobre mis hermanos, mirada de amor, ternura y misericordia.

Oídos sordos a comentarios y conversaciones inútiles, oídos atentos a tus palabras, para escucharte más en el silencio y en la vida de cada día.

Boca cerrada para críticas y calumnias. Boca que no repita lo mismo por rutina, boca lejana a toda monotonía Boca para bendecir y alabarte. Boca para sonreir más y reírme de mí con humor y amor. Boca bien dispuesta para alentar y animar con mis palabras.

Manos atadas para no cometer maldad. Manos libres para obrar el bien. Manos que dicen adiós al individualismo. Manos unidas no tanto para rezar sino para unirse a otras para construir fraternidad.

Pies que no ofrezcan dificultad para avanzar. Pies de peregrino para recorrer nuevas rutas sin miedo, con valentía, caminando ágilmente en la senda de la vida. Pies en la tierra para no vivir en las nubes y llegar un día al cielo.

Corazón no de piedra, sino de carne para sentir el dolor y las alegrías de los hombres y mujeres de hoy. Corazón para amar la fragilidad ,lo débil. Corazón grande sin puertas y sin miedo para amar. Corazón que palpita ante lo nuevo, se estremece ante el poder de tu amor y la fuerza de tu Evangelio.

Haz de mí un trozo de tu Pan, capaz de partirme y repartirme, quiero tener ese olor apetecible de pan recién hecho, quiero tener olor a ti a través de mis obras...

Renuevo mi compromiso de adorarte y lo hago con todo mi corazón, con toda mi alma, con todo mi ser. Solo quiero quedar fascinado por ti, tan solo lo que hago es mirarte y Tú me miras.

Aquí me tienes para recibirte en cada comunión, pero aún más para poder vivir en comunión, en común unión con mis hermanos. Ayúdame a vivir siempre así con los sacerdotes, religiosos, y todas las personas bautizadas, miembros de tu Iglesia, cuantos somos tu Pueblo.

No te entrego una hora semanal de mi vida, ni dos ni tres.
Te entrego mi tiempo, es tuyo; mi persona, todo lo que soy.




jueves, 27 de septiembre de 2018

¡Te invito a nuestro aniversario!


 
Los días 10 y 11 de octubre, la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas, en la plaza de Santo Domingo, en Las Palmas de Gran Canaria, celebra una de sus principales fiestas anuales, en este caso sus 16 años de apertura. Con este motivo de su aniversario, están previstos dos actos.
Por una parte, el miércoles 10 de octubre a las 7 de la tarde, en el salón de actos de las Nazarenas (Calle García Tello, 4 en Vegueta) tendrá lugar un encuentro sobre ¿Qué retos tiene para ti hoy la santidad?”. Será una reflexión ágil y dinámica con testimonios de distintas personas  sobre la reciente exhortación apostólica  Alegraos y regocijaos” del Papa Francisco  sobre la llamada a la santidad en el mundo actual. Asimismo, el sacerdote Julio Roldán aportará su propia reflexión y presentará las principales e interesantes novedades que a lo largo del curso pastoral se irán introduciendo en la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas.
Y en segundo lugar, dentro de los actos con motivo de este décimo sexto aniversario de la Capilla, el jueves 11 de octubre a las 8 de la tarde se celebrará una solemne eucaristía en la Parroquia de Santo Domingo, que finalizará con una procesión por la plaza con el Santísimo hasta la Ermita de San Blas. Será presidida por el Rector de la Capilla, Julio Roldán.
A estos actos con motivo de los 16 años de la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas, están invitados de modo especial los adoradores de este lugar de culto, así como cuantos son visitadores y cuantas personas lo deseen.
Actualmente, la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas es la primera iglesia de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria que permanece abierta, de lunes a viernes, catorce horas al día con exposición del Santísimo. Hasta este lugar, oasis de silencio y paz, acuden a lo largo de la semana,  no solamente personas de distintas edades y diversos lugares de la capital sino también de diferentes puntos de nuestra isla de Gran Canaria.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Gratitud y confianza


Vivo con gozo algo especial e intenso durante este actual fin de semana, sábado y domingo.

El sábado 8 de septiembre, día de la Natividad de María o fiesta de su cumpleaños,bajo la advocación de la Virgen del Pino, patrona de esta querida Diócesis de Canarias.Este es el lugar donde el Señor me ha colocado ya desde hace casi 27 años,y aunque castellano de origen,me siento canario de adopción.

Hoy domingo, prolongo mi gratitud al Señor por todo lo vivido este verano,personas,rostros, acontecimientos,mi experiencia misionera en Colombia,mi actual destino pastoral desde el curso pasado como rector de la entrañable capilla de adoración eucarística en la ermita de San Blas y mi servicio ilusionado a la parroquia de Santo Domingo en Las Palmas de Gran Canaria. Todo ello son páginas del libro de mi vida que el Señor va escribiendo con ternura y misericordia en ellas...

Pongo decididamente mi confianza en Dios en el momento presente. Deseo que la esperanza impulse mi corazón cada vez más arraigado en Cristo,desde mi humanidad,mis luces y sombras,en definitiva con todo lo que soy.Y deseo que siempre sea con alegría y buen humor.

A ti, mi agradecimiento por todo,de corazón y mi oración junto con mi disponibilidad para acogerte y escucharte siempre que me necesites.Continúa el camino de la vida con alegría,no dejes de avanzar,de crecer,de poner nuevas metas a cada uno de tus días.

Ya sabes,como dice San Agustín " Si necesitas una mano,recuerda que yo tengo dos".

Un abrazo grande y fraterno,agradecido,con mis mejores deseos para ti y los tuyos

Julio Roldán
Sacerdote
Domingo 9 septiembre 2018
Las Palmas de Gran Canaria

miércoles, 22 de agosto de 2018

Desde Colombia


Saludos afectuosos desde Colombia.
Deseo estés bien gracias a Dios.

Esta semana estoy de retiro con unos 120  sacerdotes de Latinoamérica en La Ceja, un pueblo junto a Medellín.Vine en coche con 3 sacerdotes de la Diócesis de Cartago, 6 horas de viaje desde La Unión,en la zona del Valle del Cauca.

Hace 3 veranos vine a La Unión Valle,donde he decidido volver ahora en agosto, es una localidad de unos 30.000 habitantes con 4 parroquias. Yo estoy en la de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, Diócesis de Cartago,donde regresaré de nuevo tras el retiro.

En septiembre ya estaré por Canarias, si Dios quiere con ilusión y entrega renovada.Desde estas apreciadas tierras colombianas, al otro lado del charco, lejos en distancia pero cercano en mi afecto a ti, mi entrañable recuerdo, gratitud y mi especial oración por ti y los tuyos.

Estoy muy bien gracias a Dios, contento, feliz, satisfecho.Calor y buen ambiente.Muy buena la acogida de los sacerdotes y también con los feligreses de la parroquia.

Con el párroco nos repartimos las celebraciones de la eucaristía,muy vivas,festivas en general y emocionante ver los templos llenos de personas de toda edad y  condición.

Antes de la misa, confesiones numerosas, desde niños que acaban de recibir a Jesús en este año o hace varios, jóvenes, adultos... Admiro el gran interés por cuidar la propia vida espiritual.

Algo a destacar en la Iglesia de Colombia y Latinoamérica , es el SINE ( Sistema Integral de Nueva Evangelización) en el que siguiendo un proceso evangelizador con varias etapas se vive la fe en pequeñas comunidades con reuniones semanales en las casas. Además de esta realidad hay presencia de distintos movimientos eclesiales, diferentes servicios y carismas.

El aprecio del sacerdote es grande y evidente.No solamente para pedir consejo, orientación, confesión o bendiciones,es decir como Pastor, sino también,desde la sencillez y cercanía, para invitar al "Padre" a compartir el almuerzo o la cena en las casas con la familia.

Todo esto me llena de vida en mi sacerdocio y me anima en la misión de ser Pastor con olor a oveja. Aprendo mucho y recibo más aún,toda la riqueza humana como espiritual de todas estas personas.

Siento la universalidad de la Iglesia,me siento ciudadano del mundo. Esto me ayuda a tener  una mirada más  amplia sobre la realidad,descubriendo lo positivo  de cada cultura.

En realidad, es un enriquecimiento personal muy importante. Aunque pienso  y siento así,  sé que esta experiencia es temporal.En septiembre me reincorporaré a la vida pastoral en Canarias.

Mi plegaria viva y llena de afecto por cada una de las personas de la Capilla de adoración eucarística en la ermita de San Blas,parroquia de Santo Domingo,las parroquias en las que estuve, movimientos apostólicos diversos, la Diócesis de Canarias y la Iglesia en España.

En mi oración personal,en la celebración siempre nueva de la eucaristía,ante cada sagrario,presento ante el Señor con inmensa confianza a cuantas personas pone en mi camino,por eso te presento a ti y a los tuyos.Así no hay distancias, estamos cerca.

Todo lo vivido hasta ahora en Colombia, pero especialmente este retiro está siendo un impulso fuerte en mi crecimiento y renovación espiritual.

Doy inmensas gracias al Señor por ser sacerdote,sin yo merecerlo.Doy también gracias por ti.Me siento muy feliz y agradecido.

Jesús Eucaristía siga acrecentando en ti todo lo bueno de tu persona y de tu corazón para que vivas desde la verdadera alegría, aquella que viene de Dios.

A lo largo del mes de septiembre,nos volveremos a reencontrar si Dios quiere.Será una alegría verte de nuevo y saludarte personalmente.Pide por mí

Un abrazo grande y fraterno,extensivo a tu familia,parroquia,grupo apostólico,amigos y conocidos.A todos y cada uno, bendiciones y mis mejores deseos de corazón!!

Difunde este mensaje,entre tus contactos personales, así serán también partícipes de esta experiencia.¡Muchísimas gracias!

Julio Roldán
Sacerdote
Colombia 21 agosto 2018

jueves, 7 de junio de 2018

No dejes de leer "Alegraos y regocijaos"

Una llamada para todos

Hablar el lenguaje de la calle no ha sido fácil para los Papas a la hora de escribir. Sin embargo, el estilo de Francisco es cercano y fácilmente comprensible para todos. En este sentido, es una auténtica delicia leer la última exhortación apostólica del Papa “Alegraos y regocijaos”, sobre la llamada a la santidad en el mundo actual. Ciertamente, es un verdadero placer leer cada una de las páginas de este documento eclesial. En su lectura, descubres la hermosa y sencilla tarea de ser santos, meta al alcance de todos. Esta enseñanza no es nueva, forma parte de la tradición y magisterio de la Iglesia. Basta recordar el mensaje del Concilio Vaticano II quien habla de la llamada a la santidad de todos los cristianos.

Con el deseo de hacerte crecer en tu propio proceso personal y espiritual, comparto contigo las siguientes reflexiones, ojalá puedan servirte en el camino de tu propio seguimiento de Cristo. Sí que me gustaría que me hagas llegar tu propia reflexión, siempre es enriquecedor compartir.


Estructura

Son cinco capítulos, con distintos temas, todos complementarios entre ellos.
Capítulo 1º - Llamada a la santidad
Capítulo 2º.-  Sutiles enemigos de la santidad
Capítulo 3º.-  A la luz del Maestro. Las Bienaventuranzas.
Capítulo 4º .-  Algunas notas de la santidad en el mundo actual
Capítulo 5º .-  Combate, vigilancia y discernimiento.


Algunos números destacables

Capítulo 1

Nº 11.-  Se afirma que cada uno tiene su propio camino de santidad, cada creyente su estilo. Realmente es muy liberador ya que no se trata de imitar a nadie:
«Cada uno por su camino», dice el Concilio. Entonces, no se trata de desalentarse cuando uno contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables. Hay testimonios que son útiles para estimularnos y motivarnos, pero no para que tratemos de copiarlos, porque eso hasta podría alejarnos del camino único y diferente que el Señor tiene para nosotros. Lo que interesa es que cada creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha puesto en él (cf. 1 Co 12, 7), y no que se desgaste intentando imitar algo que no ha sido pensado para él. Todos estamos llamados a ser testigos, pero «existen muchas formas existenciales de testimonio». De hecho, cuando el gran místico san Juan de la Cruz escribía su Cántico Espiritual, prefería evitar reglas fijas para todos y explicaba que sus versos estaban escritos para que cada uno los aproveche «según su modo». Porque la vida divina se comunica «a unos en una manera y a otros en otra”.

Nº 22.-  No entretenerse en detalles, entender al santo en el conjunto de su vida, entender la santidad en su totalidad:
“Para reconocer cuál es esa palabra que el Señor quiere decir a través de un santo, no conviene entretenerse en los detalles, porque allí también puede haber errores y caídas. No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico o perfecto. Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resulta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona.”

Nº 34.-  No tener miedo de apuntar más alto:
No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. No tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. La santidad no te hace menos humano, porque es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la gracia. En el fondo, como decía León Bloy, en la vida «existe una sola tristeza, la de no ser santos».

Capítulo 2

 Nº 59.- Destaca el peligro de ser esclavos de normas y estructuras eclesiásticas y eclesiales. Recuerda que los preceptos de la Iglesia deben exigirse con moderación:
“Sin darnos cuenta, por pensar que todo depende del esfuerzo humano encauzado por normas y estructuras eclesiales, complicamos el Evangelio y nos volvemos esclavos de un esquema que deja pocos resquicios para que la gracia actúe. Santo Tomás de Aquino nos recordaba que los preceptos añadidos al Evangelio por la Iglesia deben exigirse con moderación «para no hacer pesada la vida a los fieles», porque así «se convertiría nuestra religión en una esclavitud”.

Capítulo 4

 Nº 127.-  Ser positivos, agradecidos no demasiado complicados, tener por tanto un espíritu flexible:
“Su amor paterno nos invita: «Hijo, en cuanto te sea posible, cuida de ti mismo […]. No te prives de pasar un día feliz» (Si 14,11.14). Nos quiere positivos, agradecidos y no demasiado complicados: «En tiempo de prosperidad disfruta […]. Dios hizo a los humanos equilibrados, pero ellos se buscaron preocupaciones sin cuento» (Qo 7,14.29). En todo caso, hay que mantener un espíritu flexible, y hacer como san Pablo: «Yo he aprendido a bastarme con lo que tengo» (Flp 4,11). Es lo que vivía san Francisco de Asís, capaz de conmoverse de gratitud ante un pedazo de pan duro, o de alabar feliz a Dios solo por la brisa que acariciaba su rostro.”

Nº 137.- Un aviso importante: la costumbre seduce, ahí radica el peligro del inmovilismo. Personalmente, me parece un número que no tiene pérdida. Aquí lo tienes a continuación:…
“La costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos. A causa de ese acostumbrarnos ya no nos enfrentamos al mal y permitimos que las cosas «sean lo que son», o lo que algunos han decidido que sean. Pero dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz del Resucitado.

Capítulo 5

Nº 164.- Habla de la corrupción espiritual y advierte de quienes sienten que no tienen pecados graves pueden descuidarse y vivir una especie de atontamiento o adormecimiento:
“El camino de la santidad es una fuente de paz y de gozo que nos regala el Espíritu, pero al mismo tiempo requiere que estemos «con las lámparas encendidas» (Lc 12,35) y permanezcamos atentos: «Guardaos de toda clase de mal» (1 Ts 5,22). «Estad en vela» (Mt 24,42; cf. Mc 13,35). «No nos entreguemos al sueño» (1 Ts 5,6). Porque quienes sienten que no cometen faltas graves contra la Ley de Dios, pueden descuidarse en una especie de atontamiento o adormecimiento. Como no encuentran algo grave que reprocharse, no advierten esa tibieza que poco a poco se va apoderando de su vida espiritual y terminan desgastándose y corrompiéndose.”


Observaciones personales

1.- Dedica un capítulo entero a las bienaventuranzas, con lo cual está destacando la primacía de la Palabra, la Escritura, la identificación con el Maestro.
2.-  No habla ni profundiza en los medios espirituales para la santidad, los da por supuestos, con lo que indica la importancia de las actitudes que configuran la santidad de vida.
3.- Hay constantes referencias a “La alegría del Evangelio”, en continuidad con el Magisterio de Francisco y la Tradición de la Iglesia. Alegría, cambios… son palabras que orientan este documento.
 4.- En la introducción hay dos números uno en el que por una parte se dice “no a una existencia mediocre, aguada, licuada”  y por otro lado subraya la elección del Señor para ser santos
5.- El primer y último capítulo entenderlos en su contexto: la llamada a la santidad es un combate desde la vigilancia y desde el discernimiento y por lo tanto una invitación a no dormirse.
6.- Importante el apartado cuarto, en el que tras los peligros y la iluminación de la Palabra, se descubre y se vive en las manifestaciones del amor de Dios y al prójimo .
7.- Toda la llamada a la santidad se entiende desde una clave comunitaria, la importancia de los otros y apela a una huída de un falso espiritualismo. Llamada a la vivencia de la caridad, al servicio a los pobres…
8.- Habla de ejemplos de santidad cercanos, y por tanto la necesaria humildad para reconocerlos.Es una invitación a mirar más allá de nosotros mismos para aprender de los demás.
9.- Contempla un reconocimiento de la santidad fuera de la Iglesia católica, haciéndose eco de “Novo Millennio Ineunte” de San Juan Pablo II. Echo en falta que se podría haber desarrollado más este punto, pero por otra parte lo entiendo, puesto que esta exhortación apostólica se dirige a los cristianos.
10.- Crecer en los pequeños gestos: “Encontrar una manera más perfecta de vivir lo que ya hacemos” (nº17).
11.- La gracia del bautismo nos hace fructificar en caminos de santidad (nº 15)
12.- La identificación del cristiano es con Cristo y no con los santos.
13.- Advierte del peligro del subjetivismo, donde uno mismo se convierte en el centro de todo, y por otra parte la tentación de basar todo en el esfuerzo y la propia voluntad sin contar con Dios.
14.- Muy destacable el apartado sobre la alegría cristiana acompañada del sentido del humor (nº 126)
15.- Señala modos concretos de oración como la memoriosa (nº 153), recordando la cercanía del Señor en la propia vida desde una memoria agradecida. También la de intercesión (nº 154), trayendo a la mente y al corazón los nombres y rostros de quienes se encomiendan a nuestra plegaria.
16.- Remite a “La alegría del Evangelio”, referencia básica del Papa Francisco para entender las líneas pastorales de la Iglesia para las próximas décadas, y por otro lado una ayuda para profundizar en este camino de la santidad en comunión eclesial.
17.- Necesidad de audacia y fervor, motor de los cambios. Cuando observo que cuestan mucho los cambios, no solamente a los cristianos, sino también a los Obispos, me hace preguntarme si realmente hay audacia y fervor. En este sentido, aquí tenemos un gran reto.

Espero que toda esta reflexión te sirva como guía de lectura, la exhortación apostólica, puedes descargarla en esta misma página, o directamente desde aquí.


Agradezco puedas contactar conmigo para compartir tus conclusiones o cuanto te ha llamado la atención o aquello que vas a empezar a vivir ya desde ahora…