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jueves, 27 de septiembre de 2018

¡Te invito a nuestro aniversario!


 
Los días 10 y 11 de octubre, la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas, en la plaza de Santo Domingo, en Las Palmas de Gran Canaria, celebra una de sus principales fiestas anuales, en este caso sus 16 años de apertura. Con este motivo de su aniversario, están previstos dos actos.
Por una parte, el miércoles 10 de octubre a las 7 de la tarde, en el salón de actos de las Nazarenas (Calle García Tello, 4 en Vegueta) tendrá lugar un encuentro sobre ¿Qué retos tiene para ti hoy la santidad?”. Será una reflexión ágil y dinámica con testimonios de distintas personas  sobre la reciente exhortación apostólica  Alegraos y regocijaos” del Papa Francisco  sobre la llamada a la santidad en el mundo actual. Asimismo, el sacerdote Julio Roldán aportará su propia reflexión y presentará las principales e interesantes novedades que a lo largo del curso pastoral se irán introduciendo en la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas.
Y en segundo lugar, dentro de los actos con motivo de este décimo sexto aniversario de la Capilla, el jueves 11 de octubre a las 8 de la tarde se celebrará una solemne eucaristía en la Parroquia de Santo Domingo, que finalizará con una procesión por la plaza con el Santísimo hasta la Ermita de San Blas. Será presidida por el Rector de la Capilla, Julio Roldán.
A estos actos con motivo de los 16 años de la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas, están invitados de modo especial los adoradores de este lugar de culto, así como cuantos son visitadores y cuantas personas lo deseen.
Actualmente, la Capilla de Adoración eucarística en la Ermita de San Blas es la primera iglesia de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria que permanece abierta, de lunes a viernes, catorce horas al día con exposición del Santísimo. Hasta este lugar, oasis de silencio y paz, acuden a lo largo de la semana,  no solamente personas de distintas edades y diversos lugares de la capital sino también de diferentes puntos de nuestra isla de Gran Canaria.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Gratitud y confianza


Vivo con gozo algo especial e intenso durante este actual fin de semana, sábado y domingo.

El sábado 8 de septiembre, día de la Natividad de María o fiesta de su cumpleaños,bajo la advocación de la Virgen del Pino, patrona de esta querida Diócesis de Canarias.Este es el lugar donde el Señor me ha colocado ya desde hace casi 27 años,y aunque castellano de origen,me siento canario de adopción.

Hoy domingo, prolongo mi gratitud al Señor por todo lo vivido este verano,personas,rostros, acontecimientos,mi experiencia misionera en Colombia,mi actual destino pastoral desde el curso pasado como rector de la entrañable capilla de adoración eucarística en la ermita de San Blas y mi servicio ilusionado a la parroquia de Santo Domingo en Las Palmas de Gran Canaria. Todo ello son páginas del libro de mi vida que el Señor va escribiendo con ternura y misericordia en ellas...

Pongo decididamente mi confianza en Dios en el momento presente. Deseo que la esperanza impulse mi corazón cada vez más arraigado en Cristo,desde mi humanidad,mis luces y sombras,en definitiva con todo lo que soy.Y deseo que siempre sea con alegría y buen humor.

A ti, mi agradecimiento por todo,de corazón y mi oración junto con mi disponibilidad para acogerte y escucharte siempre que me necesites.Continúa el camino de la vida con alegría,no dejes de avanzar,de crecer,de poner nuevas metas a cada uno de tus días.

Ya sabes,como dice San Agustín " Si necesitas una mano,recuerda que yo tengo dos".

Un abrazo grande y fraterno,agradecido,con mis mejores deseos para ti y los tuyos

Julio Roldán
Sacerdote
Domingo 9 septiembre 2018
Las Palmas de Gran Canaria

miércoles, 22 de agosto de 2018

Desde Colombia


Saludos afectuosos desde Colombia.
Deseo estés bien gracias a Dios.

Esta semana estoy de retiro con unos 120  sacerdotes de Latinoamérica en La Ceja, un pueblo junto a Medellín.Vine en coche con 3 sacerdotes de la Diócesis de Cartago, 6 horas de viaje desde La Unión,en la zona del Valle del Cauca.

Hace 3 veranos vine a La Unión Valle,donde he decidido volver ahora en agosto, es una localidad de unos 30.000 habitantes con 4 parroquias. Yo estoy en la de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, Diócesis de Cartago,donde regresaré de nuevo tras el retiro.

En septiembre ya estaré por Canarias, si Dios quiere con ilusión y entrega renovada.Desde estas apreciadas tierras colombianas, al otro lado del charco, lejos en distancia pero cercano en mi afecto a ti, mi entrañable recuerdo, gratitud y mi especial oración por ti y los tuyos.

Estoy muy bien gracias a Dios, contento, feliz, satisfecho.Calor y buen ambiente.Muy buena la acogida de los sacerdotes y también con los feligreses de la parroquia.

Con el párroco nos repartimos las celebraciones de la eucaristía,muy vivas,festivas en general y emocionante ver los templos llenos de personas de toda edad y  condición.

Antes de la misa, confesiones numerosas, desde niños que acaban de recibir a Jesús en este año o hace varios, jóvenes, adultos... Admiro el gran interés por cuidar la propia vida espiritual.

Algo a destacar en la Iglesia de Colombia y Latinoamérica , es el SINE ( Sistema Integral de Nueva Evangelización) en el que siguiendo un proceso evangelizador con varias etapas se vive la fe en pequeñas comunidades con reuniones semanales en las casas. Además de esta realidad hay presencia de distintos movimientos eclesiales, diferentes servicios y carismas.

El aprecio del sacerdote es grande y evidente.No solamente para pedir consejo, orientación, confesión o bendiciones,es decir como Pastor, sino también,desde la sencillez y cercanía, para invitar al "Padre" a compartir el almuerzo o la cena en las casas con la familia.

Todo esto me llena de vida en mi sacerdocio y me anima en la misión de ser Pastor con olor a oveja. Aprendo mucho y recibo más aún,toda la riqueza humana como espiritual de todas estas personas.

Siento la universalidad de la Iglesia,me siento ciudadano del mundo. Esto me ayuda a tener  una mirada más  amplia sobre la realidad,descubriendo lo positivo  de cada cultura.

En realidad, es un enriquecimiento personal muy importante. Aunque pienso  y siento así,  sé que esta experiencia es temporal.En septiembre me reincorporaré a la vida pastoral en Canarias.

Mi plegaria viva y llena de afecto por cada una de las personas de la Capilla de adoración eucarística en la ermita de San Blas,parroquia de Santo Domingo,las parroquias en las que estuve, movimientos apostólicos diversos, la Diócesis de Canarias y la Iglesia en España.

En mi oración personal,en la celebración siempre nueva de la eucaristía,ante cada sagrario,presento ante el Señor con inmensa confianza a cuantas personas pone en mi camino,por eso te presento a ti y a los tuyos.Así no hay distancias, estamos cerca.

Todo lo vivido hasta ahora en Colombia, pero especialmente este retiro está siendo un impulso fuerte en mi crecimiento y renovación espiritual.

Doy inmensas gracias al Señor por ser sacerdote,sin yo merecerlo.Doy también gracias por ti.Me siento muy feliz y agradecido.

Jesús Eucaristía siga acrecentando en ti todo lo bueno de tu persona y de tu corazón para que vivas desde la verdadera alegría, aquella que viene de Dios.

A lo largo del mes de septiembre,nos volveremos a reencontrar si Dios quiere.Será una alegría verte de nuevo y saludarte personalmente.Pide por mí

Un abrazo grande y fraterno,extensivo a tu familia,parroquia,grupo apostólico,amigos y conocidos.A todos y cada uno, bendiciones y mis mejores deseos de corazón!!

Difunde este mensaje,entre tus contactos personales, así serán también partícipes de esta experiencia.¡Muchísimas gracias!

Julio Roldán
Sacerdote
Colombia 21 agosto 2018

jueves, 7 de junio de 2018

No dejes de leer "Alegraos y regocijaos"

Una llamada para todos

Hablar el lenguaje de la calle no ha sido fácil para los Papas a la hora de escribir. Sin embargo, el estilo de Francisco es cercano y fácilmente comprensible para todos. En este sentido, es una auténtica delicia leer la última exhortación apostólica del Papa “Alegraos y regocijaos”, sobre la llamada a la santidad en el mundo actual. Ciertamente, es un verdadero placer leer cada una de las páginas de este documento eclesial. En su lectura, descubres la hermosa y sencilla tarea de ser santos, meta al alcance de todos. Esta enseñanza no es nueva, forma parte de la tradición y magisterio de la Iglesia. Basta recordar el mensaje del Concilio Vaticano II quien habla de la llamada a la santidad de todos los cristianos.

Con el deseo de hacerte crecer en tu propio proceso personal y espiritual, comparto contigo las siguientes reflexiones, ojalá puedan servirte en el camino de tu propio seguimiento de Cristo. Sí que me gustaría que me hagas llegar tu propia reflexión, siempre es enriquecedor compartir.


Estructura

Son cinco capítulos, con distintos temas, todos complementarios entre ellos.
Capítulo 1º - Llamada a la santidad
Capítulo 2º.-  Sutiles enemigos de la santidad
Capítulo 3º.-  A la luz del Maestro. Las Bienaventuranzas.
Capítulo 4º .-  Algunas notas de la santidad en el mundo actual
Capítulo 5º .-  Combate, vigilancia y discernimiento.


Algunos números destacables

Capítulo 1

Nº 11.-  Se afirma que cada uno tiene su propio camino de santidad, cada creyente su estilo. Realmente es muy liberador ya que no se trata de imitar a nadie:
«Cada uno por su camino», dice el Concilio. Entonces, no se trata de desalentarse cuando uno contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables. Hay testimonios que son útiles para estimularnos y motivarnos, pero no para que tratemos de copiarlos, porque eso hasta podría alejarnos del camino único y diferente que el Señor tiene para nosotros. Lo que interesa es que cada creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha puesto en él (cf. 1 Co 12, 7), y no que se desgaste intentando imitar algo que no ha sido pensado para él. Todos estamos llamados a ser testigos, pero «existen muchas formas existenciales de testimonio». De hecho, cuando el gran místico san Juan de la Cruz escribía su Cántico Espiritual, prefería evitar reglas fijas para todos y explicaba que sus versos estaban escritos para que cada uno los aproveche «según su modo». Porque la vida divina se comunica «a unos en una manera y a otros en otra”.

Nº 22.-  No entretenerse en detalles, entender al santo en el conjunto de su vida, entender la santidad en su totalidad:
“Para reconocer cuál es esa palabra que el Señor quiere decir a través de un santo, no conviene entretenerse en los detalles, porque allí también puede haber errores y caídas. No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico o perfecto. Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resulta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona.”

Nº 34.-  No tener miedo de apuntar más alto:
No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. No tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. La santidad no te hace menos humano, porque es el encuentro de tu debilidad con la fuerza de la gracia. En el fondo, como decía León Bloy, en la vida «existe una sola tristeza, la de no ser santos».

Capítulo 2

 Nº 59.- Destaca el peligro de ser esclavos de normas y estructuras eclesiásticas y eclesiales. Recuerda que los preceptos de la Iglesia deben exigirse con moderación:
“Sin darnos cuenta, por pensar que todo depende del esfuerzo humano encauzado por normas y estructuras eclesiales, complicamos el Evangelio y nos volvemos esclavos de un esquema que deja pocos resquicios para que la gracia actúe. Santo Tomás de Aquino nos recordaba que los preceptos añadidos al Evangelio por la Iglesia deben exigirse con moderación «para no hacer pesada la vida a los fieles», porque así «se convertiría nuestra religión en una esclavitud”.

Capítulo 4

 Nº 127.-  Ser positivos, agradecidos no demasiado complicados, tener por tanto un espíritu flexible:
“Su amor paterno nos invita: «Hijo, en cuanto te sea posible, cuida de ti mismo […]. No te prives de pasar un día feliz» (Si 14,11.14). Nos quiere positivos, agradecidos y no demasiado complicados: «En tiempo de prosperidad disfruta […]. Dios hizo a los humanos equilibrados, pero ellos se buscaron preocupaciones sin cuento» (Qo 7,14.29). En todo caso, hay que mantener un espíritu flexible, y hacer como san Pablo: «Yo he aprendido a bastarme con lo que tengo» (Flp 4,11). Es lo que vivía san Francisco de Asís, capaz de conmoverse de gratitud ante un pedazo de pan duro, o de alabar feliz a Dios solo por la brisa que acariciaba su rostro.”

Nº 137.- Un aviso importante: la costumbre seduce, ahí radica el peligro del inmovilismo. Personalmente, me parece un número que no tiene pérdida. Aquí lo tienes a continuación:…
“La costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos. A causa de ese acostumbrarnos ya no nos enfrentamos al mal y permitimos que las cosas «sean lo que son», o lo que algunos han decidido que sean. Pero dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y los oídos, y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz del Resucitado.

Capítulo 5

Nº 164.- Habla de la corrupción espiritual y advierte de quienes sienten que no tienen pecados graves pueden descuidarse y vivir una especie de atontamiento o adormecimiento:
“El camino de la santidad es una fuente de paz y de gozo que nos regala el Espíritu, pero al mismo tiempo requiere que estemos «con las lámparas encendidas» (Lc 12,35) y permanezcamos atentos: «Guardaos de toda clase de mal» (1 Ts 5,22). «Estad en vela» (Mt 24,42; cf. Mc 13,35). «No nos entreguemos al sueño» (1 Ts 5,6). Porque quienes sienten que no cometen faltas graves contra la Ley de Dios, pueden descuidarse en una especie de atontamiento o adormecimiento. Como no encuentran algo grave que reprocharse, no advierten esa tibieza que poco a poco se va apoderando de su vida espiritual y terminan desgastándose y corrompiéndose.”


Observaciones personales

1.- Dedica un capítulo entero a las bienaventuranzas, con lo cual está destacando la primacía de la Palabra, la Escritura, la identificación con el Maestro.
2.-  No habla ni profundiza en los medios espirituales para la santidad, los da por supuestos, con lo que indica la importancia de las actitudes que configuran la santidad de vida.
3.- Hay constantes referencias a “La alegría del Evangelio”, en continuidad con el Magisterio de Francisco y la Tradición de la Iglesia. Alegría, cambios… son palabras que orientan este documento.
 4.- En la introducción hay dos números uno en el que por una parte se dice “no a una existencia mediocre, aguada, licuada”  y por otro lado subraya la elección del Señor para ser santos
5.- El primer y último capítulo entenderlos en su contexto: la llamada a la santidad es un combate desde la vigilancia y desde el discernimiento y por lo tanto una invitación a no dormirse.
6.- Importante el apartado cuarto, en el que tras los peligros y la iluminación de la Palabra, se descubre y se vive en las manifestaciones del amor de Dios y al prójimo .
7.- Toda la llamada a la santidad se entiende desde una clave comunitaria, la importancia de los otros y apela a una huída de un falso espiritualismo. Llamada a la vivencia de la caridad, al servicio a los pobres…
8.- Habla de ejemplos de santidad cercanos, y por tanto la necesaria humildad para reconocerlos.Es una invitación a mirar más allá de nosotros mismos para aprender de los demás.
9.- Contempla un reconocimiento de la santidad fuera de la Iglesia católica, haciéndose eco de “Novo Millennio Ineunte” de San Juan Pablo II. Echo en falta que se podría haber desarrollado más este punto, pero por otra parte lo entiendo, puesto que esta exhortación apostólica se dirige a los cristianos.
10.- Crecer en los pequeños gestos: “Encontrar una manera más perfecta de vivir lo que ya hacemos” (nº17).
11.- La gracia del bautismo nos hace fructificar en caminos de santidad (nº 15)
12.- La identificación del cristiano es con Cristo y no con los santos.
13.- Advierte del peligro del subjetivismo, donde uno mismo se convierte en el centro de todo, y por otra parte la tentación de basar todo en el esfuerzo y la propia voluntad sin contar con Dios.
14.- Muy destacable el apartado sobre la alegría cristiana acompañada del sentido del humor (nº 126)
15.- Señala modos concretos de oración como la memoriosa (nº 153), recordando la cercanía del Señor en la propia vida desde una memoria agradecida. También la de intercesión (nº 154), trayendo a la mente y al corazón los nombres y rostros de quienes se encomiendan a nuestra plegaria.
16.- Remite a “La alegría del Evangelio”, referencia básica del Papa Francisco para entender las líneas pastorales de la Iglesia para las próximas décadas, y por otro lado una ayuda para profundizar en este camino de la santidad en comunión eclesial.
17.- Necesidad de audacia y fervor, motor de los cambios. Cuando observo que cuestan mucho los cambios, no solamente a los cristianos, sino también a los Obispos, me hace preguntarme si realmente hay audacia y fervor. En este sentido, aquí tenemos un gran reto.

Espero que toda esta reflexión te sirva como guía de lectura, la exhortación apostólica, puedes descargarla en esta misma página, o directamente desde aquí.


Agradezco puedas contactar conmigo para compartir tus conclusiones o cuanto te ha llamado la atención o aquello que vas a empezar a vivir ya desde ahora…

lunes, 28 de mayo de 2018

Homilía Santísima Trinidad domingo 27 mayo 2018

A modo de introducción

San Agustín relata una historia en la que un niño en la playa había hecho un hoyo en la arena y con el cubo iba a la orilla del mar a llenarlo del agua del mar. Lo rellenaba y depositaba todo su contenido en aquel hueco. Le pregunto “¿qué haces?” , le respondió “quiero llenar todo el agua del mar aquí en este hoyo”. Le respondió: “tan imposible como llenar ese hoyo con todo el agua del mar, así de imposible es meter en la mente humana el misterio de la Santísima Trinidad”. Así que, por mi parte, no pretendo adentrarme en explicaciones que no me lleven a ninguna parte.

Cuenta Khalil Gibran en su libro El Profeta: “No digas Dios está en mi corazón, sino yo estoy en el corazón de Dios”. Y así es, yo estoy en el corazón de Dios significa que tu nombre y el mío están escritos en el mismo corazón divino.

La aventura de adentrarse en el misterio de Dios

Tengo un amigo al que le gusta mucho el submarinismo. Cuando me encuentro con él, me relata cuanto puede ver en el fondo del mar, la flora y fauna marina. Me muestra entusiasmado fotografías y me habla apasionado de todo aquello que para muchos está oculto cuando nos conformamos con mirar el mar superficialmente.  Ver una fotografía de lo que puede haber en el fondo del mar es hermoso, pero no lleva consigo la emoción de quién ha estado dentro.

Algo similar es en la aventura del misterio de Dios. Hay quienes contemplar el mar desde la orilla de la playa, se mojan los pies, otros avanzan más e intentan llegar hasta que le llegue el agua a los tobillos, hasta las rodillas o la cintura. O quienes, ya más decididos, se meten mar adentro y va descubriendo cada vez más quién es Dios.  Zambullirte cada vez más en Él, en la medida en que te adentras en su misterio lo vas conociendo más y más en su perfección, su grandeza… Lo importante es que tú y yo nos podamos adentrar en el misterio de Dios.

De profesión: amar, un defecto de Dios: no tiene memoria

¿Sabes algo? Dios solo sabe amar, esa es su profesión. Y si tuviera que decir un defecto de Dios, es que no tiene memoria. No la posee porque es tanto el amor por ti y por mí que perdona y olvida. Ya no cuenta para nada tu pasado, tu historia vivida con el pecado, con tus errores. Hace borrón y cuenta nueva. Por ello, qué maravilla poder zambullirnos en este misterio de este Dios que nos quiere con locura y nos perdona con ternura.


Ser reflejo de la Trinidad

Hace tiempo fui a un retiro espiritual donde se hablaba de la Santísima Trinidad. A partir de entonces pude entender de un modo más comprensible y humano  esta realidad divina. Lo que es este misterio de la Santísima Trinidad, el ponente lo explicaba del siguiente modo.

Dios Padre es fuente de amor, nosotros somos reflejo de Dios Padre al ser una fuente de amor para los demás. Dios Hijo recibe el amor del Padre, nosotros somos reflejo de Dios Hijo al recibir el amor de los demás. Dios Espíritu Santo une al Padre y al Hijo, nosotros podemos ser reflejo del Espíritu Santo cuando somos signo de unidad, cuando unimos a las personas. Se trata por tanto, de un Dios Comunidad, un Dios Familia.


Algo importante de Dios para ti

¿Qué es lo que Dios quiere de ti? Una respuesta sencilla e importante: ¡que seas feliz!. El libro del Deuteronomio, en la primera lectura de hoy, nos recuerda: “Guarda los preceptos y mandamientos que te prescribo hoy, para que seas feliz tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor tu Dios te da para siempre”.

¿Cómo vivir? Simplemente déjate llevar por el Espíritu Santo, pues eres hijo de Dios, de Abba, Padre, Papá, Papaíto… Hijo en el que no hay temor ni esclavitud y sí un espíritu de valentía, decisión, libertad. Y si somos hijos, también hermanos llamados a vivir la comunión a vivir en unidad. Lo que aquí estamos viviendo hoy en esta celebración, es un signo de comunión, de vivir unidos, de común unión.

Una mirada al futuro

Miramos para adelante y nos preguntamos ¿cuál es nuestra tarea? El evangelio de hoy nos habla del envío de los apóstoles, una llamada al discipulado, a la evangelización. La tarea de la Iglesia consiste en que tú comuniques lo importante que es Cristo para ti y cada uno de nosotros, que haya personas que quieran seguirlo cada día más de cerca. Luego vendrán los sacramentos. En definitiva, se trata de que tú y yo seamos páginas vivas del Evangelio, las páginas que lean los demás a través de nuestras obras.

Concluyo invitándote a sumergirte en el misterio de Dios amor, a que sientas todo lo que te quiere, a que vivas esta llamada a ser feliz, a dejarte llevar por el Espíritu de Dios, un espíritu de libertad, de valentía. Sobre todo, vive en confianza recordando las palabras de Jesús: “Yo estoy contigo todos los días hasta el fin del mundo”.


Y desde esta confianza, recuerda: “No digas Dios está en mi corazón, sino yo estoy en el corazón de Dios”.

lunes, 21 de mayo de 2018

Invitación eucaristía domingo 27 mayo

¡Saludos!
¿Cómo estás?Te imagino aún con la alegría reciente de la fiesta de Pentecostés.

Te hago una invitación personal y especial, deseo la acojas con entusiasmo y gozo.Cada vez son más numerosas las personas creyentes que necesitan celebraciones festivas y alegres de la eucaristía, celebraciones para disfrutar y saborear sin prisas.Seguramente tú seas de esos cristianos que buscan más.

Por ello,te invito este próximo domingo 27 de mayo a la Capilla de Adoración eucarística en la ermita de San Blas.Comenzaremos a las 5 de la tarde con adoración, durante ese tiempo también habrá posibilidad de confesar.Y seguidamente,a las 6 de la tarde celebraremos la Eucaristía,la correspondiente al próximo domingo, la Santísima Trinidad.

Sin duda, será un momento de gracia para cuantas personas asistan.Una ocasión inolvidable para acercarte más al Señor y disfrutar de su presencia eucarística.

Sería muy bueno por tu parte,que invitaras contigo a ir a alguien que aunque aparentemente frío en la fe, seguramente está buscando al Señor en su vida y corazón.

Agradezco ya desde ahora toda la difusión que puedas hacer de este mensaje por todos los medios posibles.Mi agradecimiento sincero a la Renovación Carismática Católica quien nos ayudará a vivir esta celebración.

Cuento ya con tu oración,para que el Espíritu Santo me utilice como instrumento suyo y asimismo a cuantos colaboran en la organización de esta inolvidable celebración eucarística.

Un abrazo grande y fraterno con mis mejores deseos,mi plegaria y bendiciones,con el deseo de saludarte personalmente el próximo domingo

Julio Roldán
Sacerdote Rector 
Capilla de adoración eucarística
Ermita de San Blas
Las Palmas de Gran Canaria

domingo, 20 de mayo de 2018

¡Feliz Pentecostés!

El Espíritu Santo complete en ti la obra iniciada por el Padre
en un amor cada día más auténtico,más sincero por Jesús Eucaristía
y un mayor servicio a los hermanos.

Sé humilde instrumento en manos del Señor
para llevar desde el testimonio de vida a otras personas al encuentro con Cristo.
Adora en espíritu y verdad al Señor en la Eucaristía
y en el encuentro con cada ser humano,hombre y mujer de hoy.

El Espíritu Santo se derrame sobre ti con toda su fuerza para que en tu debilidad,
Él sea tu fortaleza,en tus penumbras sea tu claridad,
en tus dudas sea tu seguridad.

Déjate sorprender por el Espíritu Santo, ábrete a lo nuevo y a lo bueno,a lo distinto y diferente.
Él aleje de ti la fuerza de la monotonía,la rutina o costumbre,
el deseo de seguir haciendo las cosas como siempre para vivir con autenticidad
en fidelidad renovada y renovadora.

Aquí me tienes a tu disposición,para ayudarte a vivir tu propio camino de santificación,
para ayudarte a crecer y continuar haciendo todo lo mejor posible
desde la voluntad divina manifestada en el Espíritu Santo.

Un abrazo grande,agradecido y fraterno
con mis mejores deseos de corazón junto a mi plegaria y bendiciones,
¡¡¡que cada día de nuestra vida,la tuya y la mía,sea siempre Pentecostés!!!

jueves, 12 de abril de 2018

Homilía Domingo Divina Misericordia 8 abril 2018

        ¿Cómo resumir estos días previos a la fecha de hoy? 

        Durante estos días, hemos tenido presentes varias ideas que resumo brevemente. Una primera idea. La fiesta de la Divina Misericordia, pone como centro el amor de Dios y el amor a la humanidad, nos hace ver a cada ser humano como algo único e irrepetible, por lo tanto es una fiesta que nos mueve a la confianza. Otra idea; para descubrir este amor de Dios es necesario antes contemplar y meditar la Pasión del Señor, porque eso moverá nuestro corazón a la conversión. Y una última idea, la misericordia es la que nos salva, no nos salvan los méritos propios ni la colección de misas, rosarios o novenas…Sólo nos salva la misericordia de Dios. Por tanto, el amor de Dios Padre lo descubrimos en la entrega del Hijo Jesús en la pasión y muerte y finalmente, la misericordia del Señor es un don divino que se nos regala gratuitamente, todo ello centrado en la confianza divina, Jesús, en ti confío.

        ¿De dónde viene esta fiesta? 

         La fiesta de la Divina Misericordia es una fiesta instituida por San Juan Pablo II, coincidiendo con el segundo domingo de Pascua, siguiendo los escritos de la vida de santa Faustina. La finalidad de este domingo aparece en el decreto Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos 5 mayo 2000, donde se nos dice: "En nuestros tiempos, muchos son los fieles cristianos de todo el mundo que desean exaltar esa misericordia divina en el culto sagrado y de manera especial en la celebración del misterio pascual, en el que resplandece de manera sublime la bondad de Dios para con todos los hombres. Acogiendo pues tales deseos, el Sumo Pontífice Juan Pablo II se ha dignado disponer que en el Misal Romano, tras el título del Segundo Domingo de Pascua, se añada la denominación "o de la Divina Misericordia"

         ¿Cómo entender este mensaje en plenitud, como enriquecernos de él? 

         Para entender mejor lo que supone la Divina Misericordia y no remitirnos únicamente a los escritos de santa Faustina, pues limitaríamos nuestro conocimiento de la misericordia del Señor, tenemos que ir a las fuentes de la Escritura o Palabra de Dios, además de  leer la encíciclica de Juan Pablo II, “Rico en misericordia” que nos remite a la misma vida de Jesús, su predicación y su relación con la humanidad.

         La Iglesia hoy también habla de la misericordia a través de su magisterio y la enseñanza de los Papas. El actual Papa, con motivo del año de la misericordia, celebrado hace ahora casi dos años, “El rostro de la misericordia” donde se nos dice que “la misericordia es la viga maestra sobre la que se asienta hoy la vida de la Iglesia”. También un deseo importante, “ que nuestras parroquias y comunidades cristianas sean auténticas islas de misericordia para cuantos acudan a ellas”. Es decir, las enseñanzas de los santos son simplemente el dedo que nos señala la luna, en este caso, nos invitan a mirar al Señor, ellos no son ningún fin, son un instrumento elegido por el Señor.

          El evangelio de este domingo

         Comento el evangelio de hoy, haciéndome eco de las Palabras del Papa durante esta mañana, hace unas horas. En el Evangelio de hoy aparece varias veces el verbo ver: «Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor» (Jn 20,20); luego, dijeron a Tomás: «Hemos visto al Señor» (v. 25). Pero el Evangelio no describe al Resucitado ni cómo lo vieron; solo hace notar un detalle: «Les enseñó las manos y el costado» (v. 20). Es como si quisiera decirnos que los discípulos reconocieron a Jesús de ese modo: a través de sus llagas. Lo mismo sucedió a Tomás; también él quería ver «en sus manos la señal de los clavos» (v. 25) y después de haber visto creyó (v. 27).

           A pesar de su incredulidad, debemos agradecer a Tomás que no se conformara con escuchar a los demás decir que Jesús estaba vivo, ni tampoco con verlo en carne y hueso, sino que quiso ver en profundidad, tocar sus heridas, los signos de su amor. En él nos vemos reflejado, porque tampoco para nosotros es suficiente saber que Dios existe; no nos llena la vida un Dios resucitado pero lejano; no nos atrae un Dios distante, por más que sea justo y santo. No, tenemos también la necesidad de “ver a Dios”, de palpar que él resucitó, resucitó por nosotros.

          ¿Cómo podemos ver al Señor resucitado? 
         Como los discípulos, a través de sus llagas. Al mirarlas, ellos comprendieron que su amor no era una farsa y que los perdonaba, a pesar de que estuviera entre ellos quien lo renegó y quien lo abandonó. Entrar en sus llagas es contemplar el amor inmenso que brota de su corazón. Este es el camino. Es entender que su corazón palpita por mí, por ti, por cada uno de nosotros.  
¿Cómo saborear este amor, cómo tocar hoy con la mano la misericordia de Jesús? Nos lo sugiere el Evangelio, cuando pone en evidencia que la misma noche de Pascua (cf. v. 19), lo primero que hizo Jesús apenas resucitado fue dar el Espíritu para perdonar los pecados. Para experimentar el amor hay que pasar por allí: dejarse perdonar. Dejarse perdonar. Me pregunto a mí, y a cada uno de vosotros: ¿Me dejo perdonar?
      Dejarse perdonar es acoger el perdón del Señor, y con él el saber perdonarme a mí mismo. Cuántas veces me encuentro con cristianos que viven apesadumbrados aun hoy por pecados ya confesados de su vida pasada pero que no han sabido perdonarse a sí mismos.

        Retos de futuro 

       Cuidar el lenguaje sobre cómo anunciamos el Evangelio y el amor de Dios, la imagen de un Dios castigador ha alejado a muchas personas de la vida de la Iglesia… 

      Tomamos como referencia la Carta apostólica  Misericordia et misera Papa Francisco del 20 noviembre 2016, al finalizar el año de la Misericordia
·         Ahora, concluido este Jubileo, es tiempo de mirar hacia adelante y de comprender cómo seguir viviendo con fidelidad, alegría y entusiasmo la riqueza de la misericordia divina. Nuestras comunidades continuarán con vitalidad y dinamismo la obra de la nueva evangelización en la medida en que la «conversión pastoral»[3], que estamos llamados a vivir, se plasme cada día, gracias a la fuerza renovadora de la misericordia. No limitemos su acción; no hagamos entristecer al Espíritu, que siempre indica nuevos senderos para recorrer y llevar a todos el Evangelio que salva.

·                  Celebración de la misericordia en la eucaristía, los sacramentos, la Biblia.

·                  Sería oportuno que cada comunidad, en un domingo del Año litúrgico, renovase su compromiso en favor de la difusión, el conocimiento y la profundización de la Sagrada Escritura: un domingo dedicado enteramente a la Palabra de Dios para comprender la inagotable riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo. Habría que enriquecer ese momento con iniciativas creativas, que animen a los creyentes a ser instrumentos vivos de la transmisión de la Palabra. Ciertamente, entre esas iniciativas tendrá que estar la difusión más amplia de la lectio divina, para que, a través de la lectura orante del texto sagrado, la vida espiritual se fortalezca y crezca.
La lectio divina sobre los temas de la misericordia permitirá comprobar cuánta riqueza hay en el texto sagrado, que leído a la luz de la entera tradición espiritual de la Iglesia, desembocará necesariamente en gestos y obras concretas de caridad.

·         La celebración de la misericordia tiene lugar de modo especial en el Sacramento de la Reconciliación.

El Sacramento de la Reconciliación necesita volver a encontrar su puesto central en la vida cristiana; por esto se requieren sacerdotes que pongan su vida al servicio del «ministerio de la reconciliación» (2 Co 5,18), para que a nadie que se haya arrepentido sinceramente se le impida acceder al amor del Padre, que espera su retorno, y a todos se les ofrezca la posibilidad de experimentar la fuerza liberadora del perdón.

·         Es el momento de dejar paso a la fantasía de la misericordia para dar vida a tantas iniciativas nuevas, fruto de la gracia. La Iglesia necesita anunciar hoy esos «muchos otros signos» que Jesús realizó y que «no están escritos» (Jn 20,30), de modo que sean expresión elocuente de la fecundidad del amor de Cristo y de la comunidad que vive de él. Han pasado más de dos mil años y, sin embargo, las obras de misericordia siguen haciendo visible la bondad de Dios.

·        Estamos llamados a hacer que crezca una cultura de la misericordia, basada en el redescubrimiento del encuentro con los demás: una cultura en la que ninguno mire al otro con indiferencia ni aparte la mirada cuando vea el sufrimiento de los hermanos.

Otras intenciones en este domingo 

Juntamente con la fiesta de la Divina Misericordia, tenemos presentes otras dos intenciones. Por una parte, las Iglesias Orientales hoy celebran según su calendario la Solemnidad de Pascua. Por eso pedimos, como hoy la ha hecho el Papa: "El Señor resucitado los llene de luz y de paz, y consuele a las comunidades que viven en situaciones particularmente difíciles. 

Por otra parte , Día Internacional del Pueblo Gitano. Paz y hermandad a los miembros de estos antiguos pueblos", esta jornada favorezca la cultura del encuentro, con la voluntad de conocerse y respetarse recíprocamente.

A modo de conclusión

Damos gracias al Señor por su infinita misericordia, porque a través de su pasión y muerte, está vivo y resucitado entre nosotros para acercarnos al gozo y la valentía de su presencia. Que Él mueva nuestros corazones a la confianza auténtica. Pedimos un corazón inquieto que se preocupe de estar al día en el sentir de la Iglesia, acercándonos más a las enseñanzas de la Iglesia, además sobre todo de un acercamiento mayor a la Palabra de Dios. Que descubramos al Señor resucitado a través de sus llagas, a través del perdón y la misericordia, dejándonos perdonar. Que el Espíritu Santo nos dé creatividad y apertura a lo nuevo para una vivencia mayor de la misericordia que se manifieste más que en nuestros rezos y novenas, en la vida diaria, en la puesta en práctica de las obras de misericordia corporales y espirituales.

·         “María, Madre de Dios , vuelve tu mirada hacia nosotros. Eres la primera en abrir camino y nos acompañas al dar testimonio del amor. Tú, Madre de Misericordia, acoges a todos bajo la protección de tu manto. Confiamos en tu ayuda materna y seguimos tu constante indicación de volver los ojos a Jesús, rostro radiante de la misericordia de Dios.”